ORACION DE PROTECCION

 

ORACIÓN DE PROTECCIÓN

 

"Padre en el nombre de Jesús hoy vengo delante de tu presencia dándote gracias por este día más de vida, gracias Señor por tu grande amor y por tu infinita misericordia.

Señor en esta hora me pongo la armadura desde la cabeza hasta la planta de los pies, me revisto de poder y de autoridad como rey y sacerdote, me hago invisible y hago invisible a mi familia al ojo del agorero, de brujo, del hechicero y del satanista, nos hacemos invisibles al ojo controlador y a las tinieblas, y me siento en los lugares celestiales juntamente con Cristo y desde esa altura en donde satanás y todos sus demonios me quedan bajo la planta de mis pies, vengo activando los ángeles, arcángeles y querubines de alto rango que tú has puesto a mi disposición para que me ayuden a comandar esta guerra.

Rompo toda acta, todo título, todo decreto de brujería, hechicería e idolatría que satanás tenga en mi contra, en contra de mi familia y mi casa, le quito al diablo todo derecho legal y hago una nueva acta, un nuevo pacto con la sangre de mi Señor Jesucristo y le ordeno a los ángeles y arcángeles que cierren todo portal dimensional y tridimensional por donde salen y entran los demonios con las ordenes satánicas de destrucción, ciérrenlos con la sangre de Jesucristo, con el fuego de Dios y aten y encadenen todo principado, potestad, gobernador, toda jerarquía satánica que se mueva en los aires y en mi casa en esta hora. Aten y encadenen todo espíritu contrario al Espíritu Santo de Dios, ¡en el nombre de Jesús!

Ángeles, busquen en toda la casa, en cada cuarto, baño, cocina, comedor, sala, dentro de los muebles, en cada gaveta, en los espejos, televisores y llévenselos atados y encadenados a los abismos sin retorno, ¡en el nombre de Jesús! Ordeno a los Ángeles que saquen de los cementerios mi foto, nombre, cabello, ropa o pertenencias en donde me hayan enterrado, sáquenme de los altares de brujos y hechiceros, de las cuevas de brujos y hechiceros, de las montañas, de los ríos, mares, saquen mi alma de ahí, ¡en el nombre de Jesús!

Y demonio que sea invocado, demonio que sea invocado y se atreva a venir a mi casa, a mi cuarto, ¡ángeles!, ¡átenlos y agríllenlos con cadenas de plata y llévenlos a prisiones de oscuridad sin retorno en el nombre de Jesús!

Revoco toda maldición, brujería, hechicería lanzada por brujos, santeros, hechiceros, satanistas, umbandistas, masones, practicantes de magia negra y magia blanca, practicantes de vudú, hindúes y se las regreso 7 veces 7 en el nombre de Jesús, hasta que aprendan que los hijos de Dios tenemos poder y autoridad y que nuestro Dios es más poderoso que un diablo vencido al que ellos sirven.

Revoco toda maldición lanzada por pastores evangélicos, ministros y hermanos en Cristo para enlazar mi alma, en el nombre de Jesús.

Y como rey y sacerdote, me siento en los lugares celestiales y levanto un decreto y declaro y decreto que el brujo no vivirá, el brujo no vivirá, morirá, morirá porque así dice tu palabra Padre que a la hechicera no dejarás que viva. ¡O el brujo se convierte o se muerte, o se convierte o se muere! Porque la única manera que el brujo no muera es que se arrepienta y acepte a Jesús como su único Salvador y si el brujo no tiene ningún propósito en ti Señor, desarráigalos del mundo, porque los brujos sólo nacieron para matar, robar y destruir, así que si no tienen ningún propósito divino arráncalos Señor de este mundo, en el nombre de Jesús!

Y brujo que se desdoble, brujo que se desdoble, ¡ángeles! ¡Córtenle el hilo de plata!¡Córtenle el hilo de plata! ¡Y morirán! ¡Y morirán! Porque no podrán regresar su alma al cuerpo, ¡en el nombre de Jesús!

Y ángeles corten todo lazo de plata que conecte mi casa con la casa de brujos, santeros y hechiceros, ¡en el nombre de Jesús!

 

Levanto vallado de ángeles alrededor de mi casa, al norte, al sur, al este, al oeste, arriba y abajo, ángeles con espadas desenvainadas que impidan el ingreso de brujos y hechiceros, del diablo y sus demonios, en el nombre de Jesús.