domingo, 17 de diciembre de 2017

HISTORIA DE LOS PROFETAS MAYORES  " JEREMIAS "

JEREMIAS:

Autor de libro                 Jeremías
Fecha Redacción          Aproximadamente entre los años 626-580 a. C.

ACERCA DE JEREMIAS:

1. El nombre “Jeremías” significa: El Señor levanta, o exaltado de Jehová.

2. Jeremías es también conocido como el profeta del Nuevo Pacto.

3. Jeremías es conocido por muchos como el profeta llorón, ya que en varias ocasiones se le encontraba llorando. Si Jeremías lloro, fue por la exasperación de ver la ceguera de sus compatriotas ante la destrucción venidera que anunciaba a su pueblo, el que pronto seria destruido (Panorama de la Biblia por Jay Smith, p. 81-82).

4. Jeremías a menudo era considerado por sus compatriotas como un traidor a su nación porque anunciaba su destrucción.

5. Dado a los tiempos difíciles en los cuales vivía Jeremías, el Señor le pido que no se casara

LOS SUFRIMIENTOS DE JEREMIAS:

1.     Los propios familiares (12:6), y los compatriotas de Jeremías lo traicionaron (11:18-23).

2. Los hombres de Jerusalén conspiraron contra Jeremías (18:18).

3. Fue azotado y le pusieron cepos (20:1-2).

4. Dado a que profetizo de la victoria de los Caldeos, los príncipes de Judá lo consideraron un traidor, lo pusieron en la cárcel y apelaron a Sedequias para que lo mataran (37:1-38:6).

5. Lo pusieron en una cisterna donde fue rescatado por Ebed-melec (38:7-13).




ACERCA DEL LIBRO:

1. El propósito de Jeremías fue advertir a Judá que sus pecados provocarían castigo y que este les llegaría del Norte (los babilonios) en un futuro próximo.

2. La profecía de Jeremías se cumplió mediante el cautiverio babilónico (Jerusalén cayo en 586 a. C.).

3. Jeremías también denunciaba los pecados de las naciones circundantes.

4. Jeremías tiene 52 capítulos llenos de principios prácticos para aquella generación y también la nuestra.

5. Este libro es uno que nos muestra lo duro que se encontraban los corazones de aquellos que practicaban el pecado, y que rechazaban la bendición de Dios.

6. Este libro fue escrito durante un periodo de varios años.



                            TEXTOS CLAVES:

1. 1:5-19 El llamamiento de Jeremías.

Jer 1:5  Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones.
Jer 1:6  Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.
Jer 1:7  Pero el SEÑOR me dijo: No digas: "Soy joven", porque adondequiera que te envíe, irás, y todo lo que te mande, dirás.
Jer 1:8  No tengas temor ante ellos, porque contigo estoy para librarte--declara el SEÑOR.
Jer 1:9  Entonces extendió el SEÑOR su mano y tocó mi boca. Y el SEÑOR me dijo: He aquí, he puesto mis palabras en tu boca.
Jer 1:10  Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar.
Jer 1:11  Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y yo respondí: Veo una vara de almendro.
Jer 1:12  Y me dijo el SEÑOR: Bien has visto, porque yo velo sobre mi palabra para cumplirla.
Jer 1:13  Por segunda vez vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú? Y respondí: Veo una olla hirviendo que se vuelca desde el norte.
Jer 1:14  Y me dijo el SEÑOR: Desde el norte irrumpirá el mal sobre todos los habitantes de esta  tierra.
Jer 1:15  Porque he aquí, llamo a todas las familias de los reinos del norte --declara el SEÑOR-- y vendrán y cada uno pondrá su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, frente a todos sus muros alrededor y frente a todas las ciudades de Judá.
Jer 1:16  Y yo pronunciaré mis juicios contra ellos por toda su maldad, porque me abandonaron, ofrecieron sacrificios a otros dioses y adoraron la obra de sus manos.
Jer 1:17  Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate y diles todo lo que yo te mande. No temas ante ellos, no sea que yo te infunda temor delante de ellos.
Jer 1:18  He aquí, yo te he puesto hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro y como muro de bronce contra toda esta tierra: contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes y el pueblo de la tierra.
Jer 1:19  Pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo--declara el SEÑOR-- para librarte.


2. 6:16 Un llamamiento al arrepentimiento.

Jer 6:16  Así dice el SEÑOR: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: "No andaremos en él."


3. 10:23 El hombre no es señor de su camino.

Jer 10:23  Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos.

4. 31:31-34 El Nuevo Pacto.

Jer 31:31  He aquí, vienen días--declara el SEÑOR-- en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,
Jer 31:32  no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos--declara el SEÑOR;
Jer 31:33  porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días--declara el SEÑOR--. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Jer 31:34  Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: "Conoce al SEÑOR", porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande--declara el SEÑOR-- pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.


5. 40:1-12 Jeremías es bendecido por mantenerse fiel al Señor.

Jer 40:1  Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo había dejado libre en Ramá, cuando lo había tomado estando él encadenado entre todos los desterrados de Jerusalén y Judá que iban deportados a Babilonia.
Jer 40:2  Tomó, pues, el capitán de la guardia a Jeremías, y le dijo: El SEÑOR tu Dios decretó esta calamidad contra este lugar,
Jer 40:3  y el SEÑOR la ha traído y hecho tal como había dicho. Porque vosotros pecasteis contra el SEÑOR y no escuchasteis su voz, por tanto os ha sucedido esto.
Jer 40:4  Mas ahora, he aquí, hoy te libro de las cadenas que están en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo te cuidaré; pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, no te preocupes. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más conveniente te parezca ir.
Jer 40:5  Como Jeremías aun no se volvía, le dijo: Vuelve a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto para gobernar sobre las ciudades de Judá, y quédate con él en medio del pueblo; y si no, ve adonde te parezca más conveniente ir. Entonces el capitán de la guardia le dio una ración de alimentos y un regalo, y lo dejó ir.
Jer 40:6  Jeremías fue entonces a Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa, y se quedó con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra.
Jer 40:7  Y todos los capitanes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habían sido deportados a Babilonia.
Jer 40:8  Fueron, pues, a Gedalías en Mizpa, junto con Ismael, hijo de Netanías, y Johanán y Jonatán, hijos de Carea, y Seraías, hijo de Tanhumet, y los hijos de Efai netofatita, y Jezanías, hijo de un maacateo, ellos y sus hombres.
Jer 40:9  Entonces Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No temáis servir a los caldeos; quedaos en la tierra y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.
Jer 40:10  Y he aquí, por mi parte, yo me quedaré en Mizpa para estar en lugar vuestro  delante de los caldeos que vengan a nosotros; pero en cuanto a vosotros, recoged vino y frutos de verano y aceite, y guardadlos  en vuestras vasijas, y habitad en vuestras ciudades que habéis tomado.
Jer 40:11  Asimismo todos los judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que estaban en todos los demás países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
Jer 40:12  Entonces todos los judíos regresaron de todos los lugares adonde habían sido dispersados, y vinieron a la tierra de Judá, a Gedalías en Mizpa, y recogieron vino y frutos de verano en gran abundancia.



                          CAPITULO CLAVE:

1. Capitulo 31, anuncio del establecimiento del Nuevo Pacto.

Jer 31:1  En aquel tiempo--declara el SEÑOR-- yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo.
Jer 31:2  Así dice el SEÑOR: Ha hallado gracia en el desierto el pueblo que escapó de la espada, Israel, cuando iba en busca de su reposo.
Jer 31:3  Desde lejos el SEÑOR se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.
Jer 31:4  De nuevo te edificaré, y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo tomarás tus panderos, y saldrás a las danzas con los que se divierten.
Jer 31:5  De nuevo plantarás viñas en los montes de Samaria; los plantadores las plantarán y las disfrutarán.
Jer 31:6  Porque habrá un día en que clamarán los guardas en la región montañosa de Efraín: "Levantaos y subamos a Sion, al SEÑOR nuestro Dios."
Jer 31:7  Porque así dice el SEÑOR: Gritad con alegría por Jacob, y dad voces por la primera de las naciones; proclamad, dad alabanza, y decid: "Oh SEÑOR, salva a tu pueblo, al remanente de Israel."
Jer 31:8  He aquí, yo los traigo del país del norte, y los reuniré de los confines de la tierra, entre ellos los ciegos y los cojos, la mujer encinta y también la que está dando a luz; una gran compañía volverá acá.
Jer 31:9  Con llanto vendrán, y entre súplicas los guiaré; los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy un padre para Israel, y Efraín es mi primogénito.
Jer 31:10  Oíd, naciones, la palabra del SEÑOR, anunciad en las costas lejanas, y decid: El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo guardará como un pastor a su rebaño.
Jer 31:11  Porque el SEÑOR ha rescatado a Jacob, y lo ha redimido de manos más fuertes que él.
Jer 31:12  Vendrán y gritarán de júbilo en lo alto de Sion, y radiarán de gozo por la bondad del SEÑOR: por el grano, por el vino y por el aceite, y por las crías de las ovejas y de las vacas. Su alma será como huerto regado, y nunca más languidecerán.
Jer 31:13  Entonces la virgen se alegrará en la danza, y los jóvenes y los ancianos a una; cambiaré su duelo en gozo, los consolaré y los alegraré de su tristeza.
Jer 31:14  Y llenaré con abundancia el alma de los sacerdotes, y mi pueblo se saciará de mi bondad--declara el SEÑOR.
Jer 31:15  Así dice el SEÑOR: Se oye una voz en Ramá, lamento y llanto amargo. Raquel llora por sus hijos; rehúsa ser consolada, por sus hijos que ya no existen.
Jer 31:16  Así dice el SEÑOR: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas; hay pago para tu trabajo--declara el SEÑOR--, pues volverán de la tierra del enemigo.
Jer 31:17  Y hay esperanza para tu porvenir--declara el SEÑOR--, los hijos volverán a su territorio.
Jer 31:18  Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: "Me has castigado, y castigado fui como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, pues tú, SEÑOR, eres mi Dios.
Jer 31:19  "Porque después que me aparté, me arrepentí, y después que comprendí, me di golpes en el muslo; me avergoncé y también me humillé, porque llevaba el oprobio de mi juventud."
Jer 31:20  ¿No es Efraín mi hijo amado? ¿No es un niño encantador? Pues siempre que hablo contra él, lo recuerdo aún más; por eso mis entrañas se conmueven por él, ciertamente tendré de él misericordia--declara el SEÑOR.
Jer 31:21  Levanta para ti señales, coloca para ti majanos; presta atención a la calzada, al camino que anduviste. Vuelve, virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades.
Jer 31:22  ¿Hasta cuándo andarás errante, hija infiel? Porque el SEÑOR ha creado algo nuevo en la tierra: la mujer rodeará al hombre.
Jer 31:23  Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo restaure su bienestar: "El SEÑOR te bendiga, morada de justicia, monte santo."
Jer 31:24  Y morarán juntamente en ella Judá y todas sus ciudades, los labradores y los que van con los rebaños.
Jer 31:25  Porque yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar a toda alma atribulada.
Jer 31:26  En esto me desperté y miré, y mi sueño me resultó agradable.
Jer 31:27  He aquí, vienen días--declara el SEÑOR-- en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal.
Jer 31:28  Y como velé sobre ellos para arrancar y para derribar, para derrocar, para destruir y para traer calamidad, así velaré sobre ellos para edificar y para plantar--declara el SEÑOR.
Jer 31:29  En aquellos días no dirán más: "Los padres comieron uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen dentera",
Jer 31:30  sino que cada cual por su propia iniquidad morirá; los dientes de todo hombre que coma uvas agrias tendrán dentera.
Jer 31:31  He aquí, vienen días--declara el SEÑOR-- en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,
Jer 31:32  no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos--declara el SEÑOR;
Jer 31:33  porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días--declara el SEÑOR--. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Jer 31:34  Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: "Conoce al SEÑOR", porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande--declara el SEÑOR-- pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.
Jer 31:35  Así dice el SEÑOR, el que da el sol para luz del día, y las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, el que agita el mar para que bramen sus olas; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre:
Jer 31:36  Si se apartan estas leyes de mi presencia--declara el SEÑOR-- también la descendencia de Israel dejará de ser nación en mi presencia para siempre.
Jer 31:37  Así dice el SEÑOR: Si los cielos arriba pueden medirse, y explorarse abajo los cimientos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron--declara el SEÑOR.
Jer 31:38  He aquí, vienen días--declara el SEÑOR-- en que la ciudad será reedificada para el SEÑOR, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo.
Jer 31:39  Y el cordel de medir saldrá más allá, directamente hasta la colina de Gareb, y girará hasta Goa.
Jer 31:40  Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todos los campos hasta el arroyo Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los Caballos hacia el oriente, serán santos al SEÑOR. La ciudad no será arrancada ni derribada nunca jamás.



                                FRASES CLAVES:

1. “Asi dice el Señor, Jehová”

2. Esta frase ocurre aproximadamente 430 veces.



                                     BOSQUEJO:

1. El llamamiento de Jeremías y la denunciación de Judá (1:1-35:19).

Jer 1:1  Palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, de los sacerdotes que habitaban en Anatot, en la tierra de Benjamín,
Jer 1:2  a quien vino la palabra del SEÑOR en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado.
Jer 1:3  También vino a él la palabra en los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año once de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el destierro de Jerusalén en el mes quinto.

Jer 5:19  Y cuando te pregunten: "¿Por qué el SEÑOR nuestro Dios nos ha hecho todo esto?" Les dirás: "Así como me dejasteis y servisteis a dioses extraños en vuestra tierra, así serviréis a extranjeros en una tierra que no es vuestra."



2. La historia personal de Jeremías durante y después del sitio de Jerusalén (36:1- 45:5).

Jer 36:1  Y sucedió que en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra a Jeremías de parte del SEÑOR, diciendo:

Jer 45:5  "Pero tú, ¿buscas para ti grandes cosas? No las busques; porque he aquí, voy a traer calamidad sobre toda carne"--declara el SEÑOR-- "pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde vayas."

3. Profecías concernientes a naciones extranjeras (46:1-51-64).

Jer 46:1  Palabra del SEÑOR que vino al profeta Jeremías acerca de las naciones.
Jer 46:2  A Egipto, acerca del ejército de Faraón Necao, rey de Egipto, que estaba junto al río Eufrates en Carquemis, al cual derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá:
Jer 46:3  Preparad escudo y broquel, y avanzad hacia la batalla.
Jer 46:4  Aparejad los caballos, montad los corceles y presentaos con los yelmos puestos. Bruñid las lanzas, vestíos las corazas.
Jer 46:5  ¿Pero qué es lo que veo? Están aterrados, retroceden, y sus valientes están deshechos; en la huida buscan refugio sin mirar atrás. Hay terror por todas partes --declara el SEÑOR.


4. Conclusión histórica (52:1-34).


Jer 52:1  Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.
Jer 52:2  El hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR conforme a todo lo que había hecho Joacim.
Jer 52:3  Por causa de la ira del SEÑOR sucedió esto en Jerusalén y en Judá, hasta que El los echó de su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Jer 52:4  Y aconteció que en el año noveno de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén y acamparon contra ella, y edificaron un muro de asedio alrededor de ella.
Jer 52:5  Y la ciudad estuvo bajo sitio hasta el año once del rey Sedequías.
Jer 52:6  En el mes cuarto, a los nueve días del mes, cuando se agravó el hambre en la ciudad y no había alimento para el pueblo,
Jer 52:7  se abrió brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta entre los dos muros que había junto al jardín del rey, a pesar de que los caldeos estaban alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá.
Jer 52:8  Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y alcanzó a Sedequías en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado.
Jer 52:9  Entonces capturaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia en Ribla en la tierra de Hamat, y allí él lo sentenció.
Jer 52:10  Y el rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus ojos y también degolló a todos los príncipes de Judá en Ribla.
Jer 52:11  Después sacó los ojos a Sedequías, y el rey de Babilonia lo ató con grillos de bronce y lo llevó a Babilonia y lo puso en prisión hasta el día de su muerte.
Jer 52:12  Y en el mes quinto, a los diez días del mes, siendo el año diecinueve del rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que estaba al servicio del rey de Babilonia.
Jer 52:13  Y quemó la casa del SEÑOR, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego a toda casa grande.
Jer 52:14  Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia derribó todas las murallas alrededor de Jerusalén.
Jer 52:15  Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó al destierro a algunos de los más pobres del pueblo, al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y al resto de los artesanos.
Jer 52:16  Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, dejó a algunos de los más pobres de la tierra para que fueran viñadores y labradores.
Jer 52:17  Y los caldeos rompieron en pedazos las columnas de bronce que estaban en la casa del SEÑOR, también las basas y el mar de bronce que estaban en la casa del SEÑOR, y llevaron todo su bronce a Babilonia.
Jer 52:18  Se llevaron además los calderos, las palas, las despabiladeras, los tazones, los cucharones y todos los utensilios de bronce que se usaban en el servicio del templo .
Jer 52:19  El capitán de la guardia también se llevó los cuencos, los braseros, los tazones, los calderos, los candelabros, los cucharones y los tazones de libación, lo que era de oro puro y lo que era de plata pura.
Jer 52:20  En cuanto a las dos columnas, el mar, los doce toros de bronce que estaban debajo del mar y las basas que el rey Salomón había hecho para la casa del SEÑOR, no era posible calcular el peso del bronce de todos estos objetos.
Jer 52:21  Respecto a las columnas, la altura de cada columna era de dieciocho codos, y tenía doce codos de circunferencia y cuatro dedos de espesor, y era hueca.
Jer 52:22  Y había sobre ella un capitel de bronce; la altura de cada capitel era de cinco codos, con una malla y granadas sobre el capitel, rodeándolo, todo de bronce. Y la segunda columna era igual, con las granadas.
Jer 52:23  Y había noventa y seis granadas que pendían; el total de las granadas era de cien en la malla alrededor.
Jer 52:24  Entonces el capitán de la guardia tomó a Seraías, el principal sacerdote, y a Sofonías, el segundo sacerdote, y a los tres oficiales del templo.
Jer 52:25  También tomó de la ciudad a un oficial que estaba encargado de los hombres de guerra, a siete de los consejeros del rey que se hallaban en la ciudad, al escriba del comandante del ejército que reclutaba al pueblo de la tierra, y a sesenta hombres del pueblo que se hallaban dentro de la ciudad.
Jer 52:26  Nabuzaradán, capitán de la guardia, los tomó y los llevó al rey de Babilonia en Ribla.
Jer 52:27  Entonces el rey de Babilonia los hirió y les dio muerte en Ribla en la tierra de Hamat. Así fue llevada Judá al destierro lejos de su tierra.
Jer 52:28  Este es el pueblo que Nabucodonosor llevó al destierro: en el año séptimo, tres mil veintitrés judíos;
Jer 52:29  en el año dieciocho de Nabucodonosor, ochocientas treinta y dos personas de Jerusalén;
Jer 52:30  en el año veintitrés de Nabucodonosor, Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó al destierro a setecientos cuarenta y cinco judíos; en total fueron cuatro mil seiscientas personas.
Jer 52:31  Y en el año treinta y siete del destierro de Joaquín, rey de Judá, en el mes doce, a los veinticinco días del mes, Evil-merodac, rey de Babilonia, en el año primero de su reino, favoreció a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel.
Jer 52:32  Y le habló amigablemente y puso su trono por encima de los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia.
Jer 52:33  Joaquín se quitó sus vestidos de prisión y comió siempre en la presencia del rey , todos los días de su vida;
Jer 52:34  y para su sustento, se le dio de continuo una ración de parte del rey de Babilonia, una porción para cada día, todos los días de su vida hasta el día de su muerte.


                         SEGUNDO BOSQUEJO:

1. Jeremías llamado y dotado de poder (Cap. 1).

Jer 1:1  Palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, de los sacerdotes que habitaban en Anatot, en la tierra de Benjamín,
Jer 1:2  a quien vino la palabra del SEÑOR en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado.
Jer 1:3  También vino a él la palabra en los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año once de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el destierro de Jerusalén en el mes quinto.
Jer 1:4  Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Jer 1:5  Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones.
Jer 1:6  Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.
Jer 1:7  Pero el SEÑOR me dijo: No digas: "Soy joven", porque adondequiera que te envíe, irás, y todo lo que te mande, dirás.
Jer 1:8  No tengas temor ante ellos, porque contigo estoy para librarte--declara el SEÑOR.
Jer 1:9  Entonces extendió el SEÑOR su mano y tocó mi boca. Y el SEÑOR me dijo: He aquí, he puesto mis palabras en tu boca.
Jer 1:10  Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar.
Jer 1:11  Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y yo respondí: Veo una vara de almendro.
Jer 1:12  Y me dijo el SEÑOR: Bien has visto, porque yo velo sobre mi palabra para cumplirla.
Jer 1:13  Por segunda vez vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú? Y respondí: Veo una olla hirviendo que se vuelca desde el norte.
Jer 1:14  Y me dijo el SEÑOR: Desde el norte irrumpirá el mal sobre todos los habitantes de esta  tierra.
Jer 1:15  Porque he aquí, llamo a todas las familias de los reinos del norte --declara el SEÑOR-- y vendrán y cada uno pondrá su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, frente a todos sus muros alrededor y frente a todas las ciudades de Judá.
Jer 1:16  Y yo pronunciaré mis juicios contra ellos por toda su maldad, porque me abandonaron, ofrecieron sacrificios a otros dioses y adoraron la obra de sus manos.
Jer 1:17  Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate y diles todo lo que yo te mande. No temas ante ellos, no sea que yo te infunda temor delante de ellos.
Jer 1:18  He aquí, yo te he puesto hoy como ciudad fortificada, como columna de hierro y como muro de bronce contra toda esta tierra: contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes y el pueblo de la tierra.
Jer 1:19  Pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo--declara el SEÑOR-- para librarte.


2. Jeremías condena a Juda y predice el cautiverio babilónico (Caps. 2-29).


3. Jeremías predice la restauración (Caps. 30-33).

4. Jeremías predice el castigo (Caps. 34:36).

5. Profecías de Jeremías contra las naciones (Caps. 45-51).

6. Jeremías resume el cautiverio de Juda (Cap. 52).



REFERENCIAS A JEREMIAS EN EL NUEVO TESTAMENTO:

1. Cueva de ladrones, purificación del templo (Jer. 7:11; Mt. 21:13).

Jer 7:11  ¿Se ha convertido esta casa, que es llamada por mi nombre, en cueva de ladrones delante de vuestros ojos? He aquí, yo mismo lo he visto--declara el SEÑOR.

at 21:13  Y les dijo*: Escrito está: "MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION", pero vosotros la estáis haciendo CUEVA DE LADRONES.

2. Lloro en Rama (Jer. 31:15; Mt. 2:17-18).
Jer 31:15  Así dice el SEÑOR: Se oye una voz en Ramá, lamento y llanto amargo. Raquel llora por sus hijos; rehúsa ser consolada, por sus hijos que ya no existen

Mat 2:17  Entonces se cumplió lo que fue dicho por medio del profeta Jeremías, cuando dijo:
Mat 2:18  SE OYO UNA VOZ EN RAMA, LLANTO Y GRAN LAMENTACION; RAQUEL QUE LLORA A SUS HIJOS, Y QUE NO QUISO SER CONSOLADA PORQUE ya NO EXISTEN.

3. El Nuevo Pacto (Jer. 31:31-34; He. 8:8-12; 10:15-17).
Jer 31:31  He aquí, vienen días--declara el SEÑOR-- en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,
Jer 31:32  no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos--declara el SEÑOR;
Jer 31:33  porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días--declara el SEÑOR--. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Jer 31:34  Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: "Conoce al SEÑOR", porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande--declara el SEÑOR-- pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.




                         LECCIONES PRÁCTICAS:

1. El ser humano no puede esconder el pecado (2:22).

Jer 2:22  Aunque te laves con soda y uses mucho jabón, la mancha de tu iniquidad está aún delante de mí--declara el Señor DIOS.

2. Muchos son sabios para hacer el mal, pero no el bien (4:22).

Jer 4:22  Porque mi pueblo es necio, no me conoce; hijos torpes son, no son inteligentes. Astutos son para hacer el mal, pero hacer el bien no saben.

3. El pecado impide que el ser humano prospere (5:25; Is. 59:1-2).

Jer 5:25  "Vuestras iniquidades han alejado estas cosas, y vuestros pecados os han privado del bien.

Isa 59:1  He aquí, no se ha acortado la mano del SEÑOR para salvar; ni se ha endurecido su oído para oír.
Isa 59:2  Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escucharos .

4. Muchas veces el pueblo desea escuchar y seguir el mal (5:31).

Jer 5:31  los profetas profetizan falsamente, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y a mi pueblo así le gusta. Pero ¿qué haréis al final de esto?

5. Un llamado al arrepentimiento (6:16).
Jer 6:16  Así dice el SEÑOR: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: "No andaremos en él."


6. No orar por los que están en pecado (7:16; 11:14; 15:1; 14:11).

Jer 7:16  En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni intercedas ante mí, porque no te oiré.

Jer 11:14  Pero tú no ruegues por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque no escucharé cuando clamen a mí a causa de su aflicción.

Jer 15:1  Entonces el SEÑOR me dijo: Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, mi corazón no estaría con este pueblo; échalos de mi presencia, y que se vayan.

Jer 14:11  Y el SEÑOR me dijo: No ruegues por el bienestar de este pueblo.


7. La palabra de Dios trae alegría al corazón (15:16).

Jer 15:16  Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, porque se me llamaba por tu nombre, oh SEÑOR, Dios de los ejércitos.

8. No hay nada oculto ante Jehová (16:17; 23:24).
Jer 16:17  Porque mis ojos están puestos sobre todos sus caminos, que no se me ocultan, ni su iniquidad está encubierta a mis ojos.

er 23:24  ¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea?--declara el SEÑOR. ¿No lleno yo los cielos y la tierra?--declara el SEÑOR.


9. Maldición a los que confían en el hombre (17:5).
Jer 17:5  Así dice el SEÑOR: Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de la carne su fortaleza, y del SEÑOR se aparta su corazón.

10. bendición a los que confían en Jehová (17:7).
Jer 17:7  Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, cuya confianza es el SEÑOR.

11. Hay ocasiones cuando aún el más valiente se desanima (20:7-9).
Jer 20:7  Me persuadiste, oh SEÑOR, y quedé persuadido; fuiste más fuerte que yo y prevaleciste. He sido el hazmerreír cada día; todos se burlan de mí.
Jer 20:8  Porque cada vez que hablo, grito; proclamo: ¡Violencia, destrucción! Pues la palabra del SEÑOR ha venido a ser para mí oprobio y escarnio cada día.
Jer 20:9  Pero si digo: No le recordaré ni hablaré más en su nombre, esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente encerrado en mis huesos; hago esfuerzos por contenerlo , y no puedo.
12. Jehová esta con los que perseveran (20:11).
Jer 20:11  Pero el SEÑOR está conmigo como campeón temible; por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán. Quedarán muy avergonzados, pues no han triunfado, tendrán afrenta perpetua que nunca será olvidada.


13. No escuchar a los que predican falsa doctrina (23:16-17).

Jer 23:16  Así dice el SEÑOR de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan. Ellos os conducen hacia lo vano; os cuentan la visión de su propia fantasía, no de la boca del SEÑOR.
Jer 23:17  Dicen de continuo a los que me desprecian: "El SEÑOR ha dicho: 'Tendréis paz'"; y a todo el que anda en la terquedad de su corazón dicen: "No vendrá calamidad sobre vosotros."

14. Predicando sin licencia (23:21).
Jer 23:21  Yo no envié a esos profetas, pero ellos corrieron; no les hablé, mas ellos profetizaron.
15. La palabra de Dios es poderosa (23:29).
Jer 23:29  ¿No es mi palabra como fuego--declara el SEÑOR-- y como martillo que despedaza la roca?

16. Predicar todo el consejo de Dios (26:2).
Jer 26:2  Así dice el SEÑOR: "Ponte en el atrio de la casa del SEÑOR, y habla a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del SEÑOR todas las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra.


17. No hay nada imposible para Dios (32:27).
Jer 32:27  He aquí, yo soy el SEÑOR, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí?

18. Hay que clamar a Dios en oración (33:3).
Jer 33:3  "Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces."

19. La Palabra de Dios permanece para siempre (36; Mt. 24:35).

Mat 24:35  El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

20. Dios bendice a los que le son fiel (40:1-6).
Jer 40:1  Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, lo había dejado libre en Ramá, cuando lo había tomado estando él encadenado entre todos los desterrados de Jerusalén y Judá que iban deportados a Babilonia.
Jer 40:2  Tomó, pues, el capitán de la guardia a Jeremías, y le dijo: El SEÑOR tu Dios decretó esta calamidad contra este lugar,
Jer 40:3  y el SEÑOR la ha traído y hecho tal como había dicho. Porque vosotros pecasteis contra el SEÑOR y no escuchasteis su voz, por tanto os ha sucedido esto.
Jer 40:4  Mas ahora, he aquí, hoy te libro de las cadenas que están en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo te cuidaré; pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, no te preocupes. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más conveniente te parezca ir.
Jer 40:5  Como Jeremías aun no se volvía, le dijo: Vuelve a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto para gobernar sobre las ciudades de Judá, y quédate con él en medio del pueblo; y si no, ve adonde te parezca más conveniente ir. Entonces el capitán de la guardia le dio una ración de alimentos y un regalo, y lo dejó ir.
Jer 40:6  Jeremías fue entonces a Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa, y se quedó con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra.

21. Muchos piensan que el no servir a Dios trae una vida mejor (44:16-18).

Jer 44:16  En cuanto al mensaje que nos has hablado en el nombre del SEÑOR, no vamos a escucharte,
Jer 44:17  sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno.
Jer 44:18  Pero desde que dejamos de quemar sacrificios a la reina del cielo y derramarle libaciones, carecemos de todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados.


22. La tierra ha sido llena de pecado contra el Santo de Israel (51:5).
Jer 51:5  Porque no ha sido abandonado Israel ni Judá por su Dios, el SEÑOR de los ejércitos, aunque su tierra está llena de culpa delante del Santo de Israel.