“El
Espíritu de Leviatán”
El orgullo, la arrogancia y la
soberbia, se definen en un sólo, espíritu, cuyo nombre es Leviatán. Este
espíritu es la raíz de tos los pecados, debido a que fue el pecado que llevó a
Satanás a rebelarse en contra de Dios. Una persona que camina con orgullo,
puede caer en cualquier pecado. Cada vez que una persona se enorgullece, le
recuerda a Dios la rebelión que ocurrió en el cielo. Hoy día, hay un sin número
de personas que han caído en pecado y no se han vuelto a levantar por causa del
orgullo que anida en su corazón.
Hay palabras sinónimas para
referirse al orgullo, tales como soberbia y arrogancia. Y tanto el orgullo,
como la soberbia y la arrogancia, son la raíz de todos los pecados. A
continuación, estudiaremos cada una de las definiciones de la palabra orgullo
sus sinónimos, que nos permitirán entender a profundidad este gran enemigo del
ser humano.
Orgullo: Es vivir para uno
mismo creyéndose mejor que los demás. Es tener exceso de estimación propia y un
sentimiento elevado de la propia dignidad.
Orgulloso: Uno que depende de
sus habilidades, de lo que sabe y de lo que ha aprendido. Por esta razón, vive
independientemente de Dios y de los demás.
Soberbio: Es aquel que tiene
una excesiva estima de sí mismo y menosprecia a los demás. Es uno que se jacta
de sus logros pasados y presentes, creyendo que todo lo que ha logrado es
gracias a su propia fuerza; por lo tanto, no le da la gloria a Dios. A esto la
Biblia le llama "vanagloria de la vida".
Arrogancia: Es la actitud por
la cual alguien que se siente superior, menosprecia a los demás; ya sea, por su
nivel intelectual, por el color de su piel, por el país de origen o cualquier
otra razón que lo haga sentir superior.
Arrogante: Es uno que se
atribuye o exagera facultades que no tiene, y expresa en su corazón que lo
haría mejor que otros.
¿Cuál es el sentir de Dios hacia
una persona que se comporta con arrogancia y soberbia?
Dios la resiste, la rechaza cara
a cara, porque Él aborrece el pecado de arrogancia. El orgullo y la soberbia
son la misma esencia de la naturaleza diabólica, porque la persona con estas
actitudes está negándose a obedecer la autoridad legítima de Dios. Esto,
exactamente, es lo que Lucifer hizo cuando habitaba en el cielo. Estudiemos
cómo Dios aborrece el orgullo.
"El temor de Jehová es
aborrecer el mal: yo aborrezco soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca
perversa" Proverbios 8.13 Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete le son
abominables, los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre
inocente”... “Proverbios 6.16, 17.” 2
CÓMO SE SIENTE DIOS CUANDO
ACTUAMOS CON SOBERBIA?
Es impresionante damos cuenta de
que, muchas veces, hemos actuado con orgullo, soberbia y arrogancia, sin darnos
cuenta que, con estas actitudes, estamos ultrajando a Dios. En cada persona,
existe un nivel de orgullo, y de alguna manera, ha ultrajado a Dios, hiriendo
su corazón.
“Pero la persona que haga algo
con soberbia, sea el natural o el extranjero, ultraja (reprocha, censura,
crítica injuria y blasfema) a Jehová; esa persona será eliminada de en medio de
su pueblo”. Números: 15.30
Lo que concluimos de la palabra
ultrajar, es que la persona orgullosa levanta el brazo contra Dios y dice:
"Dios, yo no te necesito, yo soy autosuficiente para hacer lo que creo que
debo hacer"; y esto insulta a Dios. Una persona que tiene esta actitud es
alguien que confía en su propio corazón, que no tiene temor de Dios y, tarde o
temprano, verá su caída.
Dios abomina toda persona altiva de corazón:
Abominable es para Jehová todo altivo
de corazón; ciertamente no quedará impune". Proverbios 16.5
La palabra abominable significa:
repugnante, orgulloso, odioso y excesivamente ofensivo. Para Dios, abominable
es aquel que se cree superior a los demás, uno que se jacta de sus logros, que
menosprecia a los demás, que se atribuye o exagera facultades que no tiene; uno
que cree y dice que haría las cosas mejor que los demás, y que vive para sí
mismo. Ante los ojos del Señor, todo esto es repugnante y excesivamente
ofensivo. ¡Que el Señor nos guarde de la arrogancia!
¿Cuáles son las características
de una persona orgullosa, arrogante y soberbia?
Después del pecado de Adán, todos
los seres humanos llevamos orgullo en nuestro corazón; algunos tienen más,
otros menos, pero todos, sin excepción, cargamos con él. La persona orgullosa
es:
Autosuficiente La persona
autosuficiente pone su confianza en sus habilidades naturales. No le gusta
trabajar en equipo, tiene un espíritu indivi-dualista. El autosuficiente
considera que no necesita de los demás y siempre pone una excusa para no trabajar
en grupo. Es un individuo que vive independientemente de Dios.
Perfeccionista El
perfeccionismo es uno de los resultados de la soberbia, y refleja lo que hay en
el corazón. Por ejemplo, la persona perfeccionista, nunca está conforme consigo
misma ni con lo que hace, y tampoco se pone de acuerdo con los demás. El
perfeccionista se pone metas o normas de exigencia por encima de lo normal; si
las consigue, se siente superior; si por el contrario, no las consigue, se
frustra, se critica y se menosprecia a sí mismo y a los demás.
Egoísta Es una persona que
trata de satisfacerse a sí misma, sin importarle los demás. Esto es un gran
problema en el matrimonio y es la razón de muchos divorcios.
El hombre orgulloso y soberbio
llega a pensar que nada le va a satisfacer en esta vida. Trata de llenar su ego
con dinero, fama, sexo y cualquier cosa que crea que puede saciarlo. Busca la
auto-gratificación a toda costa y siempre está pidiendo más; nunca logra estar
satisfecho.
Competitiva Una persona a la
que le gusta la competencia es soberbia, pues lucha por sobresalir y ser
reconocida. Al competitivo, le gusta llamar la atención y conseguir los
aplausos. Nuestra única competencia es contra nuestro viejo hombre, contra
nuestra carne.
Rencorosa La
persona rencorosa tiene grandes dificultades para perdonar, no puede aceptar
las ofensas porque hieren su ego. Es muy vengativa y siempre está preocupada
por su reputación. Este tipo de persona prefiere razonar y complacer su orgullo
antes que perdonar. Sin embargo, a una persona humilde la hieren y no le
importa si la herida es grande o pequeña (perdona fácilmente).
Voluntariosa y ambiciosa
Esta gente siempre quiere hacer su voluntad. Dice frases como: "eso
debería hacerse así" o "yo lo haría diferente y mejor". Es
ambiciosa y siempre quiere tener una posición de alto rango en el trabajo, en
la iglesia y en todo lugar. Cada vez que se le manda a hacer algo, lo hace a su
manera.
Le cuesta creer en la
palabra de Dios. La incredulidad es el producto de la soberbia en un
grado avanzado. La persona soberbia se caracteriza por ser y trabajar
independientemente de Dios; y también, por creer que en sus propias fuerzas,
puede lograrlo todo y poseer las bendiciones de Dios por sí misma. Hay
ocasiones en que nuestra fe no crece porque hay soberbia en nuestros corazones;
porque dependemos mucho de lo que sabemos, y nos cuesta descansar en Dios. Dios
no nos va a usar por lo buenos que seamos o porque conozcamos mucho la Biblia.
Dios nos va a usar por su misericordia y por su gracia. La soberbia es la raíz
de todo pecado, la raíz de toda debilidad, la raíz de toda independencia de
Dios; por lo tanto, probemos nuestro corazón, para identificar si tenemos
orgullo en algún área de nuestra vida.
Es contenciosa
"Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los prudentes está la
sabiduría". Proverbios 13.10.
¿Por qué la persona orgullosa es
también contenciosa?
Porque para satisfacer las
demandas de su orgullo, está siempre tratando de probar que está en lo
correcto. Siempre se está justificando y discutiendo para demostrar que es
mejor y superior que cualquier otra persona, a la que pueda estar viendo como
una amenaza. Sus ideas son las mejores, sus planes son los mejores y todo lo
demás no sirve para nada. Esta actitud es la que la pone en discordia con las
personas que trabajan o se desenvuelven cerca de ella. La persona orgullosa no
acepta que está equivocada, no admite sus errores y, por esta razón, es
contenciosa.
Ya hemos hablado acerca de lo que
es el orgullo, pero ahora estudiemos lo que es el espíritu de orgullo
(Leviatán).
¿De dónde viene el espíritu de
orgullo?
El espíritu de orgullo viene
desde que Satanás pecó y su corazón se enalteció en contra de 4
Dios. Fue el orgullo lo que lo
llevo a la destrucción. Se encontró en él pecado de iniquidad y orgullo, y por
esa razón, Dios lo derribó de los cielos.
Se enalteció tu corazón a causa
de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te
arrojaré por tierra, y delante de los reyes te pondré por espectáculo”.
Ezequiel 28.17
Desde ese entonces, de alguna
manera cada uno de nosotros ha sido controlado o influenciado por el espíritu
de orgullo, unos en mayor grado que otros. Uno de los efectos que provoca la
acción de este espíritu es la ceguera mental. La palabra de Dios le llama,
espíritu de Leviatán, "el rey de los soberbios".
¿QUE ES
EL ESPÍRITU DE LEVIATÁN?
Leviatán: Significa Rey sobre los
hijos de orgullo.
Cuando una persona es controlada
o influenciada por el espíritu de orgullo o Leviatán, presenta tres
características principales:
Terquedad.
Dureza de Cerviz.
Dureza de corazón.
¿Cómo describe la Biblia al
espíritu de Leviatán?
"En aquel día Jehová
castigará con su espada dura, grande y fuerte a Leviatán, la serpiente veloz, a
Leviatán, la serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar".
Isaías 27.1
Serpiente veloz, dragón, otras
traducciones le llaman el monstruo de las profundidades del mar.
"Aplastaste las cabezas del
Leviatán y lo diste por comida a los habitantes del desierto". Salmos
74.14
Ilustración: Se cree que en el
triángulo de las Bermudas hay un monstruo marino. Este monstruo marino en el
hebreo es "tannen", que es un símbolo egipcio, posiblemente el
cocodrilo, que era el dios del Faraón. Leviatán, es un símbolo de fuerza y
poder. Recordemos, en el Antiguo Testamento, cómo la vara de Moisés se
convirtió en serpiente, para luego comerse las varas de los egipcios, que también
se habían convertido en serpientes. Como he explicado, la palabra hebrea para
dragón es "tannen", que significa animal marino muy grande -el
apóstol Juan dice en Apocalipsis: "vi un dragón". Esto nos indica que
estamos lidiando con un espíritu fuerte; o sea, un monstruo que destruye
familias, negocios, divide iglesias, y nada lo detiene, salvo el poder del Dios
viviente.
Dios formula 14 preguntas en el
libro de Job (capítulo 41) acerca del espíritu de Leviatán. A través de cada
una de estas preguntas, el Señor nos revela la naturaleza de Leviatán.
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