TRES GIGANTES EN HEBRÓN
Josué 14:7 en adelante.
Esta
lectura tiene estrecha relación con un hombre que se atrevió a creerle a Dios y
en consecuencia su carácter, su ser interior, su manera de actuar a la hora de
oír la voz de Dios, lo alineó con el propósito de Dios para hacer la obra de
Dios. Fue un GUERRERO DE DIOS.
Este
capítulo 14 nos introduce a la vida de Caleb, un compañero de Josué. Este hombre, después de haber obrado de
acuerdo a lo que Dios dijo y no a las opiniones de la mayoría, le creyó al
Señor y Dios lo tuvo en cuenta en gran manera.
El carácter, el ser interior de este hombre, hizo que Dios pronunciara unas palabras
sobre él y a la hora de escribir esa historia, Dios lo tuvo en cuenta,
porque se atrevió a creerle a Dios cueste lo que costare.
Leemos
en Josué 14:7 al 14 “Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de
Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo les traje noticias
como lo sentía en mi corazón. Y mis
hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del
pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.
Entonces
Moisés juró diciendo: ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y
para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi
Dios. (Dijo Caleb).
Ahora
bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años,
desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba
por el desierto y ahora, he aquí, hoy soy de edad de OCHENTA Y CINCO AÑOS. Todavía estoy tan fuerte como el día que
Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la
guerra, y para salir y para entrar.
Dame,
pues, ahora, este monte, del cual habló Jehová aquél día; porque tú oíste en
aquel día que los a naceos están allí, y que hay ciudades grandes y
fortificadas. Quizá Jehová estará
conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.
Josué
entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.
Por
tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy,
por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel”.
Josué 15:14
“Y Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán y Talmai, hijos
de Anac.
De
aquí subió contra los que moraban en Debir, y el nombre de Debir era antes
Quiriat-sefer.
Y
dijo Caleb: Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré mi hija
Acsa por mujer. Y la tomó Otoniel, hijo
de Cenaz, hermano de Caleb; y él le dio su hija Acsa por mujer.
Y
aconteció que cuando la llevaba, él la persuadió que pidiese a su padre,
tierras para labrar. Ella entonces se
bajó del asno. Y Caleb le dijo, ¿qué
tienes? -Y ella respondió: Concédeme un don; puesto que me has dado tierra del
Neguev, dame también fuentes de aguas. Él entonces le dio las fuentes de
arriba, y las de abajo.”
Al
introducirnos a este tema tan hermoso, de aprender a hacer la guerra
espiritual, aprender la estrategia de ser usados por -Dios como guerreros,
aprender a hacer la guerra espiritual e incorporar para uno mismo la didáctica
del Espíritu Santo para ser usado por el Señor, debemos prestar mucha atención.
Ustedes
habrán notado que la Escritura dice por tres o cuatro veces (en el pasaje
leído) “por cuanto te atreviste a creerle a Dios”, por cuanto oíste lo que Dios
dijo -Él (Caleb) dijo: Yo, cuando vine, traje el “reporte” que sentía en mi
corazón.
Y
el corazón de él sentía esto: ¡Dios nos ha dado esta tierra! ¡El Señor lo ha
dicho! ¡Jehová está con nosotros! ¡No está con ellos! ¡Los vamos a devorar como
pan! Pero la mayoría... dijo no. No se puede... hay gigantes allí... es muy
difícil...
¡Las
mayorías hicieron desfallecer el ánimo del pueblo y de los que estaban listos
para poseer la tierra! De los doce espías, diez dijeron: Y... es buena
tierra... Dios es grande... ¡pero ALLÁ HAY GIGANTES! No se puede...
Y
el ánimo de los guerreros y de la gente que estaba lista para decir: ¡vamos
detrás de estos príncipes que estaban designados para traernos buenas nuevas!
¡vamos a introducirnos! ¡vamos a conquistar!... empezó a decaer en su
ánimo, a poner “peros”... a desertar...
Esto
nos muestra que no siempre las mayorías tienen razón a la hora de obrar SEGÚN
LA VOLUNTAD DE DIOS. ¿Verdad?
CALEB significa
“perro de presa”. En otra versión dice “el que muerde y no
ladra”; da a entender de alguien que se compromete en algo al punto de
“jugarse”... ¡aún su propia vida!
Son
aquellos que dicen. ¡Si muero, muero! ¡Absolutamente comprometidos! ¡Atrás, no vuelven jamás! Y si Dios dice: ve porque te lo doy... ¡no
será mi ánimo el que desfallece porque cuatro o cinco digan: no tenemos ganas
de entrar... los gigantes son MUY GRANDES...
¿Y
Dios... qué, estimado amigo?
Caleb...
verdadero perro de presa... (como los perros de raza buldog, que muerden y no
largan la presa y aunque los maten quedan adheridos a lo que han mordido). ¡Así
quiere encontrarnos el Espíritu Santo cuando Dios habla!
Dios
va a usar hombres y mujeres comprometidos... (“jugados”)... para acá, para
allá, para el Señor, a la Palabra, a la Obra, al Propósito...
Hijo
de Jefone (Caleb). Un hombre, un padre,
que tenía la característica de su nombre.
Jefone significa: “Que Dios sea visto”. ¡Nada más! Vean ustedes qué hijos nacen cuando uno
desaparece y sólo quiere hacer la obra de Dios.
Dice
la Escritura que Caleb dijo: ¡Dame Hebrón!
Hebrón
significa “fuerte amistad” con Dios y con mi hermano. Amistad.
Pero Hebrón, estaba en manos de los gigantes. Hebrón estaba bajo el reinado
de tres gigantes que -él dijo- ¡hay que sacarlos!
Yo
voy a poner mi casa ahí; yo voy a subir mi material allí, voy a edificar mi
casa ahí; mi casa va a vivir en el monte Hebrón; ¡yo voy a conquistar Hebrón!
¡la fuerte amistad con Dios! Y... ¡Con mis hermanos! Caleb va a vivir allí -y
de pronto, Caleb se encamina para subir el monte.
Y
vino un anciano de ochenta y cinco años! ¡subiendo!... (como se dijera: “vayan
desalojando, muchachos, que acá viene el dueño”)
¿¿Quién
es este hombre?? -habrán preguntado muchos...
¡Deja
que llegue! (Habrá dicho Caleb) ¡Y que te ponga la mano encima!... ¡no van a
quedarte huesos sanos!...
Recordemos
lo que dijo David: “En esto conoceré que te he halagado, cuando mi enemigo no
se huelgue de mí.”
Si
el enemigo se turba y se ofusca de ira y odio, será porque algo le molesta
¿verdad?
Cuando
tú camines lleno de la gracia de Dios, , y los demonios crucen la calle y
expresen: ¡¿otra vez viene éste?!
¡Gloria
a Dios por esto! Es señal que eres hijo de Dios.
1.
Dice la Escritura que Caleb subió allí, y el primer gigante que tuvo que echar se llamaba SESAÍ.
¿Sabes
lo que significa este nombre? Significa: SOLITARIO. Otra versión dice: SIN COBERTURA.
Anda
solo. Es un gigante muy común que atenta
contra la unidad y la fuerte amistad con otros.
SOLITARIO.
Por
mucho tiempo ese gigante estuvo allí. La
tendencia, la historia dice: No... hermano, no se “gaste”, mire... acá... esto
no se puede...
¡¡SE
TERMINÓ LA HISTORIA!! ¡¡EMPIEZA OTRA!! ¡¡LA DEL ESPÍRITU SANTO haciendo una
obra terrible y tremenda!!
El
primer gigante que sale al encuentro y que tiene que irse, es Sesaí. Dice que los hijos de Anac eran gigantes (de
la tribu de Anac era Goliat).
Sesaí,
el solitario, sin cobertura, era de esa tribu.
Bien;
¿sabes tú cómo caza el león a su presa? ¿Has visto algún documental sobre este
tema? El león no ataca la manada; la molesta nomas; la corre... hasta que una
de las presas se va del grupo. Cuando el
león ve una presa solitaria, la corre, y se la come (“como un pancho
evangélico”).
EL VALOR DE LA
UNIDAD NO TIENE PRECIO
Es
el tiempo de bajar del monte Hebrón a Sesaí y declarar, por la fe, con un
espíritu guerrero, sin pensar en ambiciones personales, sin levantar la vida
mía y mi estima y mi nombre por encima de otros sino, haciendo un CORDÓN DE
TRES DOBLECES. Es el tiempo de sacar
a Sesaí, de vivir bajo la cobertura de otros.
Dice
la Escritura en Efesios 5:21 “Someteos unos a otros en el Temor de Dios”. Es la manera de vivir.
La
preposición “SO” significa “DEBAJO DE”. ¡Colóquense unos debajo de otros!
¡Vivan en cobertura! ¡Vivan en armonía! ¡Bajen ese gigante solitario! -como el
“llanero solitario”- (ya no se ven “llaneros solitarios”). Pero de nuestro espíritu tenemos que arrancar
esa tendencia, tenemos que bajar de ese lugar estratégico y extirpar la
tendencia de andar solos... ¡solos! ¡sin cobertura!
Te
pregunto: Si tú estás solo y tienes un problema. ¿A quién acudes?
¿Tienen
un amigo íntimo a quien pueden confiarle todo?
LA
UNIDAD NO ES UNA UNIDAD INTERVENCIONISTA, QUE AVASALLA LA IGLESIA DE OTRO. ES UNA UNIDAD EN EL ESPÍRITU. Es una fuerte amistad con Dios que va a
llevarme a tener una fuerte amistad con mi hermano, de otra denominación que no
tiene nada que ver -Dios ve la iglesia como UNA.
2.
El segundo gigante que tiene que
bajar es AHIMÁN.
Ahimán
significa: “hermano del enojo”.
La
Escritura nos enseña que se quite de nosotros toda tristeza, todo enojo, toda
ira, todo resentimiento, levantando manos limpias para poder entrelazarnos los
unos con los otros.
Ahimán
es hermano del enojo. Asociado con el
enojo, caminando con el enojo. Y yo
pregunto: ¿Estás dispuesto a bajar esta tendencia, este gigante que vive en
Hebrón, que no te permite tener amistad?
AMISTAD SEGÚN DIOS ¡ES CALEB REINANDO!
Hebrón,
no estaba en manos de Caleb sino de tres gigantes jebuseos, pisoteadores, que
avergüenzan y desaniman.
Pero
la amistad que Dios quería era que Caleb estuviera en Hebrón.
¿Estás
dispuesto a permitir al Espíritu Santo hacer esa obra donde bajamos nuestras
ambiciones personales?
No
solamente caminamos con otros, sin estar solos, sino que también arrancamos
aquello de que no me gusta... me enojo... me voy... no me gusta tu rostro...
cómo hablaste -no me gustó... la corbata que tienes no me gusta... la falda que
usaste no me gustó... ¡tu nariz!...
ME
ENOJO. Es el síndrome del hermano
mayor. En Lucas 15:11-32 hay dos
hermanos (es una parábola del Señor).
Uno se creyó que era SUPERMAN y se fue.
A éste le faltó formación y creía que todo lo podía.
Pero
el otro, no se fue al mundo a pecar, no se acostó con ramera, no malgastó el
dinero de su padre, se quedó en la casa...
¡PERO
SIN GOZO! Porque cuando su hermano vino, cuando VINO LA RESTAURACIÓN,
CUANDO LA MISERICORDIA DE DIOS EMPEZÓ A OBRAR Y VIO A SU HERMANO
QUE ESTABA PERDIDO Y AHORA, RESTAURADO, ¡SE ENOJÓ!
Y
donde estaba el júbilo, la danza, el regocijo en medio de la gran fiesta, allí NO
QUISO ENTRAR. ¡Dios TE LIBRE DE NO QUERER ENTRAR EN ESTA HORA HISTÓRICA QUE
DIOS TRAE BENDICION AQUI!
¡DIOS
NOS LIBRE DE TAN TERRIBLE ACTITUD!
El
padre del joven le dijo: ¿por qué no quieres entrar, hijo?... ¡porque no!... porque
yo siempre quise un cabrito y nunca me lo diste. Y a éste que viene... ¡le estás dando todo!
Hijo...
(a éste... ¡le faltó información!)
Hijo...
¿no ves que todo lo que tengo es tuyo? Si tú querías un cabrito por qué no
abriste la tranquera y lo tomaste? ¡TODO LO QUE TENGO ES TUYO!
¡
Este
hijo ESTABA EN LA CASA PERO CON DERROTA, SIN GOZO, ERA LEGALISTA!
¡LO
UNO Y LO OTRO ES NECESARIO RESTAURAR!
A
LA HORA DE LA GUERRA ESPIRITUAL ES NECESARIO IDENTIFICAR LAS FORTALEZAS QUE NOS
DETIENEN DE HACER LA OBRA DE DIOS.
Y
decimos... ¡ah!... no se puede... mire lo que dice la estadística...
¡NO
ME INTERESA LO QUE DICE LA ESTADÍSTICA! ¡ME INTERESA LO QUE DICE DIOS! ¡A ÉL LE
VOY A CREER! ¡ESTO ES MÁS IMPORTANTE!
Dios
dice: Voy a revolucionar TU
VIDA. Y Dios lo va a hacer
Contigo,
con aquéllos que se animan a creer.
Por
lo tanto, atención con “el enojo”. La
Escritura dice que “la ira del hombre no obra la justicia de Dios”. Nuestras relaciones...
El
Espíritu Santo me está diciendo que Dios va a hacer, está formando una UNIDAD
pero no en lo tácito, no en un papel escrito sino en la realidad, donde muchos
van a estar cruzando la vereda y van a decir: Yo quiero pedirte perdón... ¡yo
también! -responderá otro.
La
verdad que yo no te aguantaba... ¡y yo también! perdóname...
Y
empiezan a SANARSE LAS AGUAS, como Eliseo sanó las aguas. La tierra de los hijos de los profetas era
buena, el lugar era espacioso, pero las aguas estaban amargas... ¿por qué?
Porque había una vertiente de la montaña que nadie sabía... que contaminaba las
aguas... Así el corazón de los hijos de Dios, cuando somos llamados. A veces, no sabemos cómo solucionarlo.
DALE
LA VASIJA NUEVA AL PROFETA. ES UNA OBRA
NUEVA DE DIOS. Llénala de SAL, que es
la PALABRA LLENA DE GRACIA. DÁSELA A ÉL
EN LAS MANOS Y ÉL LA ECHARÁ, LA TIRARÁ JUSTO EN LA PARTE DE TU VIDA Y DE TU
CORAZÓN QUE NECESITA SER SANADO.
El
Espíritu Santo me da testimonio aquí, ahora mismo, hay una LUCHA con la palabra
que estamos teniendo. HAY UNA LUCHA EN
EL CORAZÓN: ¿QUÉ ME VAN A MOVER A MÍ? ¿QUÉ ME VAN A REMOVER? ¿QUÉ ME VAN A
SACAR? ¿QUÉ ME VAN A HACER? ¿ME VAN A SACAR DE MI LETARGO, DE MI COMODIDAD?
¡TODA LA VIDA ESTUVE ASÍ Y AHORA ME DICEN... “que tengo que caminar dos cuadras
más! Si es necesario... DIEZ CUADRAS... CIEN... CON TAL DE BUSCAR LA UNIDAD CON
TUS HERMANOS LAVADOS CON LA MISMA SANGRE, HEREDEROS DEL MISMO REINO, HIJOS DEL
MISMO PADRE, PEREGRINOS HACIA LA MISMA TIERRA... COMPRADOS POR EL MISMO PRECIO.
¡HIJO!
SI NO TE ANIMAS A VIVIR EN UNIDAD CON TU HERMANO EN LA TIERRA... ¡¡QUÉ PROBLEMA
EN EL CIELO!! ¿Verdad? Es necesario empezar aquí y llenar con la gracia de
Cristo... ¿Sabes? Cuando el pueblo de Dios se une, cuando los líderes se unen,
pasa lo de Nehemías. Pone a los principales
sobre el muro, se toman de la mano y empiezan a dar gloria a Dios... ¡y los
enemigos se llenan de ira!... pero el muro va a ser terminado para poner un
ADENTRO Y UN AFUERA. ¡Ya no entrarán los puercos del monte, pisoteando! ¡Ya no
los bandoleros y ladrones y pisoteadores, entrando! ¡HAY UN MURO!
¡Se
enloquecieron porque se levantó UN MURO! Porque el pueblo de Dios MARCÓ LA
RAYA y dijo ¡BASTA DE LA HISTORIA NEFASTA! ¡SE TERMINÓ!
¡VAMOS A LEVANTAR EL MURO! ¡VAMOS A MARCAR LA CANCHA! ¡VAMOS A VIVIR PARA DIOS!
¡VAMOS A SUBIR EL MONTE! Yo no sé lo que dicen los diez (referido a los diez
espías que volvieron con noticias negativas después de reconocer la
tierra de Canaán).
Yo
lo que sé es que no quiero morir como un cobarde, agarrado de un enemigo... (me
van a tener que enterrar a mí y a él, pero teniendo yo la cabeza del enemigo).
PERRO
DE PRESA -JUGADO- COMPROMETIDO.
3.
El tercer gigante: TALMAÍ, significa “muy
atrevido”.
Es
un síndrome en nuestros días. Hoy hemos
escuchado un mensaje sobre la soberbia, el orgullo, Talmaí es el símbolo de los que andan en la carne, por
sentimientos nomas; y a la hora de ser “líricos” “son orgullosos de no tener
orgullo”, mire que fino... ¿no? Son los
que dicen: NO SOY NADA, Señor (pero si no me ponen el primero en la lista...
¡arde Troya!) No soy nada, Señor, para tu gloria... (pero si no me dan una
“partecita”...)
¿QUIÉN
ERES? (Le preguntaron a Juan el Bautista) Éste respondió: “UNA VOZ”.
¿Quién
conoció a David antes de ser rey? Dime quién.
El padre, la madre, sus hermanos.
NADIE MÁS.
El
profeta estaba llorando a Saúl y el Espíritu de Dios le dijo: ¡Deja de llorar!
Yo me encontré uno, no lo conoce NADIE.
Yo ya tengo rey. ¡Trae el cuerno de aceite porque yo ya he visto uno, ya
me he provisto de rey!
En
el corazón de Dios, había un muchacho, en el medio del campo, no era conocido,
no era famoso, pero tenía un corazón
de guerrero.
Si
tú piensas que porque tú no apareces en radio, en televisión, tu nombre no está
en el periódico, no has escrito un libro y no has hecho cosas para ser
conocido... ¿que Dios no te conoce?
Estás equivocado.
En
el poblado donde estés, el ESPÍRITU de Dios te está mirando ATENTAMENTE porque
DIOS TE TIENE EN CUENTA.
¿Lo
puedes creer? DIOS TE TIENE EN CUENTA, ya sea que estés en medio de la ciudad
como metido dentro de la iglesia. Eres
muy valioso para Dios, cuando tu corazón está alineado.
Hay
dos cosas que llaman la atención de este principado, de esta fortaleza con la
que tenemos que guerrear. La primera: Es
que produce “ILUMINISMO”. Iluminismo es: Sólo mi palabra, lo que yo
enseño, lo que yo digo, tiene valor.
Solamente por lo que yo digo y enseño, mi doctrina, ni enseñanza... es
válida. Lo demás es todo cuestionable.
Iluminismo
es que yo soy el único “iluminado” que puede decirle algo apropiado a esta
gente. Lo demás... es de “medio pelo”.
DE
ESTO, HAY QUE ARREPENTIRSE. PORQUE
AUNQUE NO LO DIGO, MUCHAS VECES LO PENSAMOS. (Yo tengo la mejor enseñanza).
Lo
segundo es: COMPLEJO MESIÁNICO.
“Estate
tranquilo, Señor... aquí estoy”. Quedate tranquilo... yo voy a solucionarte
estos problemas que tienes. Hay que
bajar a TALMAI (el creernos superiores a otros).
Cuando
mires a tu hermano, tiene que brotar la Palabra que dice: Nadie tenga más alto
concepto de sí, que el que debe tener.
A
la hora de hablar de tu hermano, ¿cómo hablas?
A
la hora de conquistar Hebrón ¿cómo subes?
A
la hora de bajar esos gigantes, tú te crees que esas fortalezas hay que
decirles: Señor gigante, ¿me haría el favor de bajar que yo tengo que subir? VAS A TENER QUE HACER GUERRA, porque vas a llegar a tu
casa, vas a mirar tus apuntes y vas a decir, todo aquí está bien, yo no voy
a cambiar. Pero el Espíritu Santo te
va a decir: Así, no te puedo
usar.
¡Señor, no me vas a lavar los pies! -dijo
Pedro- Pedro, TENGO QUE LAVARTE -dijo el Señor.
¡Señor...
no, Señor!... SI YO NO TE LAVARE, NO TENDRÁS PARTE CONMIGO.
¡Entonces lávame todo! -respondió Pedro.
No,
no... el que está lavado, sólo necesita lavarse los pies. SE HABLA AQUÍ DE UNA CONCIENCIA LIMPIA,
acercándose con un corazón sincero, con plena certidumbre de fe, con una
conciencia limpia y lavados los cuerpos con agua pura. EXTRAORDINARIO. Eso es: El que está lavado, no necesita más
que lavarse los pies, venir a SU PRESENCIA SIEMPRE con una CONCIENCIA LIMPIA.
En
la Escritura dice que en una colonia chiquita había un monte llamado
DEBIR. Ahí, los brujos hacían sus
oraciones (en el tiempo de CALEB). DEBIR
significa “oráculo”. Allí iban los
brujos a hacer oraciones a los demonios.
Caleb
dijo: ¡VAMOS A CONQUISTAR DEBIR! ¡EN ESE LUGAR VAMOS A HACER LA ORACIÓN A DIOS!
¡VAMOS A ALABAR Y ADORAR AL DIOS VIVO!
El
que conquiste ese monte... yo le voy a dar a mi hija... (Este ancianito de
ochenta y cinco años no daba a su hija así nomas...) (¿Cuántos tienen hijas
mujeres?) ¡EL QUE CONQUISTE ESE MONTE!
¿Saben
que yo creo que él no quería que el marido de su hija sea un hombre flojo (un
“perejil”) como aquellos a los cuales se les invita a adorar a Dios y dicen: No
lo siento...
¡Bendice
al Señor! No tengo ganas...
¡Vamos
a ayunar!... me duele el estómago...
¡Vamos
a guerrear!... estoy cansado...
Y
uno tiene que arrastrarlo siempre... y vive siempre de las emociones... y por
las influencias de lo que le dicen... no tiene oído para oír lo verdadero...
¡No, no! -habrá dicho Caleb- Yo no quiero un yerno así.
El
que conquiste esto, yo le daré mi hija... ¡Y lo conquistó OTONIEL! (Significa “león de Dios”)
Hoy
no es la espada que mata a tu hermano la que usamos. En la guerra espiritual la espada es la
Palabra de Dios, la del Espíritu.
Hoy
el Señor no dice como la Palabra en el Salmo 149, exalten a Dios con sus
gargantas, den la Palabra, exalten a Dios aún en las camas, porque la Palabra
que ustedes den va a ser para aprisionar con grillos a gobernadores, a
príncipes de maldad, para ejecutar venganza en el nombre del Señor. ¿Cómo? Con
la PALABRA. Es el ejército de Dios que
está esperando que se levante un pueblo de Dios aguerrido, atrevido, que no se
marchite cuando uno dice: son muy grandes... (los gigantes). Mejor, mayor es el “ruido” cuando
caigan.
Es
el tiempo cuando la bendición de Dios llega a través de la punta de la cabeza
de un anciano de ochenta y cinco años hasta tus hijos que van a formar familia.
¡Dame
las fuentes! -dijo la hija, y el padre le dijo: Buenos, ya que me pedís las
fuentes, te voy a dar las de arriba y te doy las de abajo. Y las fuentes de arriba, según Colosenses capítulos 2 y 3 sugieren “sabiduría de Dios, discernimiento,
inteligencia, fe, poder, conocimiento de Dios, temor de Jehová.”
“Y
también te doy las de abajo” (Colosenses 3:12), mansedumbre, humildad,
paciencia, templanza. ¿Te animas? Dios te está llamando a la guerra... ¡Qué
linda es la canción que cantamos sobre este tema! De pronto el Espíritu Santo
empieza a repartir las espadas y decimos: no, no... lo voy a pensar... ¡lo
cantaba nomas!
El
Espíritu de Dios te va a usar. El
Espíritu de Dios te va a levantar, lleno del Espíritu Santo tú serás un
“Jefone” (que significa: QUE DIOS SEA VISTO) para conquistar la amistad en
Hebrón, una fuerte amistad con Dios y con tus hermanos. Tenemos que bajar, tenemos que cruzar la
calle y decir: hermano, yo te necesito.
Lo que nunca hice, lo hago ahora: ora por mí. Voy a hacer un pacto, un pacto recíproco de
UNIDAD, de AMOR, de FE, de RESPETO, donde no voy a permitir -aunque seas de otra
denominación- que nadie hable mal de vosotros.
Y
cuando los creyentes empiezan a ver que los pastores se respetan y que no se
roban las ovejas... (no hay “cuatrerismo evangélico”) y son amigos y que el que
sale mal de allá vuelve... porque se le dijo: Arregle su problema...
¡De
esta manera bajamos los gigantes! ¡Vivimos en unidad!
El
que anda desordenado no se puede meter allá porque se le dice ¡vuelva! Entonces
se va para otro lado y se le dice: ¡vuelva! Aquel pastor es mi amigo. Arregle y
vuelva allá... ¡Eso es lo que va a pasar!
El
corazón de aquel que anda desordenado no va a ser un linyera espiritual que va
debajo de un puente con su teología... (¡no me gusta!... me voy allá... ¡no me
gusta!... me voy allá...)
Dios te va a decir: yo te di la
oportunidad. Yo quiero hacer la obra
contigo. Tú eres el Sansón, el David, el
Josué, el Caleb de hoy. Tú eres el Elías
que Dios quiere levantar. Los “David”.
¿Te animas? ¿te animas? Aleluya……………………
.................................................................................................
¡Es
el tiempo de romper los esquemas que nos ataban! Es el tiempo de volver, de subir al Monte, de
ser fortalecidos... y aunque seas anciano dale a Él tu fuerza, el Señor da
fuerzas al cansado...
La
unción pudre los yugos...
Ora
por tu hermano, cierra los ojos, no mires a nadie y asegúrate que lo estás
bendiciendo.
Señor
Jesús, te pido ahora, que uses mi vida, cuenta conmigo, quiero hacer un pacto
delante de ti, voy a respetar, voy a ayudar, voy a amar a mi hermano, sea quien
sea, voy a estar con él, voy a hacer un pacto de respeto, de asistencia mutua,
de intercesión para ser parte de esta obra extraordinaria, esta lluvia de bendición
que viene sobre mi vida. SEÑOR, cuenta
conmigo, cueste lo que costare y pase lo que pasare. Mayor es el que está con nosotros que aquel
que en el mundo está.
En
Cristo somos más que vencedores.
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