LAS PROMESAS DEL PADRE
Deu 1:1
Moisés recuerda a Israel las promesas de Jehová en Horeb
Estas son las palabras que habló Moisés a
todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente al Mar
Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizah
Deu 1:8 Mirad, yo os he
entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros
padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia
después de ellos.
Comentario:
La orden para entrar a la tierra. La historia
de la estadía en Horeb cubre desde Exo. 19 hasta Núm. 10:3. Dios ahora
ordena a su pueblo que se encamine hacia su tierra. Es un gran momento en su
historia, el cumplimiento de la promesa a los padres (v. 8). La
descripción de la tierra hace recordar Gén. 15:18-21. Cubre desde el occidente
al oriente (la sierra montañosa central, las colinas al occidente, y las
llanuras de la costa), y del sur al norte (desde el Néguev hacia arriba a la
planicie costera, al Líbano en el norte, e inclusive más allá, hasta el
Eufrates). Toda esta área no se tomó de una sola vez, pero al fin fue
conquistada por David y mantenida por Salomón.
Israel ocupa la tierra
De esta manera dio Jehová a
Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella.
Jos 21:44 Y Jehová les dio
reposo alrededor, conforme a todo lo que
había jurado a sus padres; y ninguno de
todos sus enemigos pudo hacerles frente,
porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.
Jos 21:45 No faltó palabra de
todas las buenas promesas
que Jehová había hecho a la casa de Israel;
todo se cumplió.
Comentario:
Resumen: la maravillosa fidelidad de Dios
Este pasaje constituye un enlace con 1:6, subrayando el esquema
teológico del narrador: El Señor guardó su pacto con los patriarcas de darles
la tie rra digna de reyes. Ellos la poseyeron, se establecieron en ella y
tuvieron reposo de los ataques en cada lado (ver 1:15; 11:23). No falló ni una
sola promesa (ver 13:1-7).
1Reyes 8:56
Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a
todo lo que él había dicho; ninguna
palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha
faltado.(J)
1Reyes 8:57 Esté con nosotros
Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos
deje.
Comentario:
1Re 8:54-61
Salomón dirige sus palabras de nuevo a la asamblea. Salomón entonces volvió a mirar hacia el pueblo para “bendecirlo” de
nuevo. Les recordó que Dios había cumplido cada una de las promesas que había
hecho a Moisés y oró que Dios continuara estando cerca de su pueblo para
mantener su causa. Pero el deseo de Salomón no fue (o al menos no fue solo) el
bienestar del pueblo; lo inspiraba un motivo más noble, el anhelo de ver a Dios
glorificado en el mundo: a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan
que Jehovah es Dios y que no hay otro (60). Este sentimiento también se
expresa en la plegaria por el extranjero que oye de la grandeza de Dios y ora
hacia el templo (41-43). Finalmente, instó al pueblo a que hiciera su parte
para seguir los caminos de Dios con integridad de corazón. Es por la obediencia
de buena gana de parte del pueblo de Dios que el mundo comprenderá cómo es el
carácter de Dios.
Romanos 9:4
que son israelitas, de los
cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el
culto y las promesas;
Rom 9:5 de quienes son los
patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre
todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Romanos 15:8
Pues os digo, que Cristo Jesús
vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para
confirmar las promesas
hechas a los padres,
Rom 15:9 y para que los
gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:
Por tanto, yo te confesaré
entre los gentiles,
Y cantaré a tu nombre.(B)
Comentario:
Rom 9:1-6
El tema: la angustia de Pablo por Israel
La falta de una palabra o frase que conecte el cap. 8 con el 9 sugiere
que aquí Pablo hace una pausa en su razonamiento. Con la celebración del amor
inalterable de Dios para los creyentes en Cristo (8:31-39) alcanzó el clímax
para lo que va de su argumento. Pero es precisamente esta afirmación del pleno
cumplimiento de las promesas de Dios a los cristianos la que lleva a Pablo a
plantear la cuestión de las promesas de Dios a Israel. Los vv. 1-3 muestran que
este tema despertaba en él intensas emociones, ya que Pablo nunca perdió su
sentido de identificación con sus compañeros de raza, los judíos. Por lo tanto,
experimenta gran tristeza y continuo dolor en el corazón por aquellos
que desde el punto de vista de la carne (kata sarka) son sus familiares
y hermanos (2, 3). Aunque Pablo no nos dice por qué se siente tan
profundamente mal con respecto a sus hermanos judíos, el paralelo de 10:1
indica claramente que es porque la mayoría de los judíos no son salvos; porque
se han negado a creer en Jesucristo (cf. 9:30-10:21). Pablo siente esto
tan intensamente, al igual que Moisés antes que él (Exo. 32:31-34), que está
dispuesto a sacrificar su propia salvación por la salvación de sus hermanos
judíos. La fuerza de la declaración de Pablo (cf. también v. 1) sugiere
que quizá haya tenido noticias de algunos judíos que dudaran de su preocupación
por sus “familiares según la carne”.
Pablo agrega ahora otra razón para esta aceptación mutua: el
ministerio de Cristo, como uno que incorpora tanto a judíos (8, la
circuncisión) como a gentiles (9-12). El servicio de Jesús a los judíos (lit.
“la circuncisión”) es, implica Pablo, un ministerio enraizado en el pasado pero
de ninguna manera concluido (sugerido por el tiempo perfecto del verbo gegenesthai).
Así, Pablo recuerda a los gentiles que Cristo sigue preocupándose por los
judíos y deseando alcanzarlos (ver 11:1, 2, 28, 29). El ministerio de Cristo a
los judíos, no obstante, tiene un propósito más amplio: es a favor de la
verdad de Dios, o sea, por la fidelidad de Dios a sus promesas (gr. aletheia,
“verdad”, significa aquí “fidelidad”; ver también 3:4 y 7). Estas promesas, hechas
a los patriarcas, incluían la bendición de “todas las naciones” (4:16, 17).
Por lo tanto, cuando estas promesas son confirmadas, el resultado (9) es que
los gentiles pueden unirse con los judíos para glorificar a Dios por su
misericordia. Siendo éste el caso, los cristianos judíos deben reconocer que la
incorporación de los gentiles al pueblo de Dios es parte del plan de Dios, y
deben tratar de estar en buenas relaciones con sus hermanos cristianos
gentiles.
2Cointios
1:20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén,
por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
2Co 1:21 Y el que nos confirma
con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
2Co 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de
toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el
temor de Dios.
Gálatas 3:16
Ahora bien, a Abraham fueron
hechas las promesas,
y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino
como de uno: Y a tu simiente,(H) la cual es Cristo.
Gál 3:17 Esto, pues, digo: El
pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino
cuatrocientos treinta años después,(I) no lo abroga, para invalidar
la promesa.
Gál 3:18 Porque si la herencia
es por la ley, ya no es por la promesa;(J) pero Dios la concedió a
Abraham mediante la promesa.
Gál 3:21 ¿Luego la ley es
contraria a las promesas
de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la
justicia fuera verdaderamente por la ley.
Comentario:
El lugar de la ley. Luego de
expresarse más bien negativamente en cuanto a la ley, Pablo pudo haber sentido
la necesidad de extenderse ex plicando la forma en que la ley se aplica en los
propósitos de Dios. ¿Cuál es, en realidad, la relación entre ella y la promesa
dada a Abraham? Su respuesta subraya el hecho de que la ley es tanto posterior
al pronunciamiento de la promesa (15-18) como anterior al cumplimiento
de la promesa (19-25).
Hebreos 6:12
a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan
las promesas.
Heb 6:13 Porque cuando Dios
hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
Heb 6:14 diciendo: De cierto te
bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.(B)
Heb 6:15 Y habiendo esperado
con paciencia, alcanzó la promesa.
Heb 6:16 Porque los hombres
ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda
controversia es el juramento para confirmación.
Hebreos 7:6
Pero aquel cuya genealogía no es
contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.
Heb 7:7 Y sin discusión alguna,
el menor es bendecido por el mayor.
Heb 7:8 Y aquí ciertamente
reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio
de que vive.
Heb 7:9 Y por decirlo así, en
Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;
Hebreos 8:6
Pero ahora tanto mejor
ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Heb 8:7 Porque si aquel primero
hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el
segundo.
Heb 11:17 Por la fe Abraham,
cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas
ofrecía su unigénito,(K)
Heb 11:31 Por la fe Rahab la
ramera no pereció juntamente con los desobedientes,(W) habiendo
recibido a los espías en paz.(X)
Heb 11:32 ¿Y qué más digo?
Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón,(Y) de Barac,(Z)
de Sansón,(AA) de Jefté,(AB) de David,(AC) así
como de Samuel(AD) y de los profetas;
Heb 11:33 que por fe
conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de
leones,(AE)
Comentarios:
6.11, 12 La esperanza impide que el cristiano
se vuelva perezoso o aburrido. Así como el atleta, entrénese duro y corra bien,
recordando la recompensa que le espera adelante (Phi_3:14)
6.15 Abraham esperó con paciencia. Pasaron
veinticinco años desde el momento en que Dios le prometiera un hijo (Génesis
12, 7; 13.14-16; 15.4, 5; 17.16) hasta el nacimiento de Isaac (Gen_21:1-3).
Dado que nuestras pruebas y tentaciones a menudo son intensas, parecen durar
una eternidad. Tanto la Biblia como el testimonio de cristianos maduros nos
alientan a esperar a que Dios actúe en su tiempo, aun cuando nuestras
necesidades parezcan demasiado grandes para seguir esperando.
2Pedro 1:3
Como todas las cosas que
pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
2Pe 1:4 por medio de las cuales
nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes
de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia;
2Pe 1:5 vosotros también,
poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la
virtud, conocimiento;
2Pe 3:12 esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
2Pe 3:13 Pero nosotros
esperamos, según sus
promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.(F)
Comentarios:
1.3, 4 El poder para crecer no viene de
nuestro interior sino de Dios. Como no tenemos los recursos para ser
verdaderamente espirituales, Dios nos permite "ser participantes de su
naturaleza divina" a fin de protegernos del pecado y ayudarnos a vivir
para El. Cuando nacemos de nuevo, por medio de su Espíritu Dios nos capacita
con su propia bondad moral. Véanse Joh_3:6; Joh_14:17-23; 2Co_5:21
y 1Pe_1:22-23.
3.13 El propósito de Dios para el ser humano no es
destruirlo sino recrearlo (véanse Isa_66:22; Rev_21:22). El
purificará los cielos y la tierra con fuego, y luego hará una nueva creación de
ambos. Podemos mirar con gozo hacia adelante, hacia la restauración del mundo
bueno de Dios.
Jeremias 29:11
Porque yo sé los pensamientos
que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis.
Comentario:
29.11 A todos nos alienta un líder que nos motiva a
seguir adelante, alguien que cree que podemos llevar a cabo la tarea que nos ha
encomendado y que estará con nosotros a lo largo del camino. Dios es esa clase
de líder. Conoce el futuro y sus planes para nosotros son buenos y están llenos
de esperanza. Mientras el Dios que conoce el futuro nos proporcione nuestra
agenda y vaya con nosotros cuando realizamos su misión, tendremos esperanza
ilimitada. Esto no significa que no tendremos dolor, problemas ni sufrimiento,
sino que Dios nos ayudará a llegar a un final glorioso.
Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mat 11:29 Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas;(L)
Comentario:
11.28-30 Un yugo es un pesado aparejo de madera que se
pone sobre dos o más bueyes. Se ata a cualquier cosa que se quiere que los
bueyes arrastren. El "yugo pesado" que Jesús menciona aquí puede
significar (1) la carga del pecado, (2) la carga de las demandas excesivas de
los líderes religiosos (23.4; Act_15:10), (3) la tiranía de los
gobernantes, (4) fatiga en la búsqueda de Dios. Jesús libra a las personas de
estas cargas. El descanso que Jesús promete es paz con Dios, no el que uno
tenga que dejar todo esfuerzo. Una relación con Dios transforma un trabajo
cansador y sin sentido en productividad espiritual con propósito.
Isaias 40:29
El da esfuerzo al cansado, y
multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Isa 40:30 Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
Isa 40:31 pero los que esperan
a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y
no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Comentario:
40.29-31 Aun la gente más fuerte se cansa por momentos,
pero el poder y la fuerza de Dios nunca disminuyen. Nunca está demasiado
cansado ni ocupado para ayudarnos o escucharnos. Su fuerza es nuestra fuente de
fortaleza. Cuando sienta que todo en la vida lo aplasta y no pueda dar un paso
más, recuerde que puede clamar a Dios para que renueve su fuerza.
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús.
Comentario:
4.19 Podemos confiar en que Dios suplirá siempre
nuestras necesidades. El nos proveerá todo lo que necesitemos en esta tierra,
aun el valor para enfrentar la muerte como lo hizo Pablo. El proveerá todo
cuanto necesitemos en el cielo. Sin embargo, debemos recordar la diferencia
entre nuestros deseos y nuestras necesidades. La mayoría de la gente quiere
sentirse bien evitando el dolor y la incomodidad. Puede que no recibamos todo
lo que deseamos. Al confiar en Cristo, nuestras actitudes y apetitos pueden
cambiar de desear todo a aceptar su provisión y poder para vivir por El.
Romanos 8:37
Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Rom 8:38 Por lo cual estoy
seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Rom 8:39 ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús Señor nuestro. Pro 1:33
Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor
del mal.
Comentario:
8.35-39 Estos versículos contienen una de las promesas
más reconfortantes de todas las Escrituras. Los creyentes siempre han tenido
que enfrentar dificultades de diversas formas: persecución, enfermedad,
prisión, aun muerte. Esto podría hacerles creer que Cristo los había
abandonado. Pero Pablo exclama que es imposible que algo nos separe de
Cristo. Su muerte a nuestro favor es prueba de su amor inquebrantable. Nada
impedirá su presencia constante con nosotros. Dios nos dice cuán grande es su
amor para que nos sintamos bien seguros en El. Si tenemos esta seguridad
sorprendente, no temeremos.
Juan 14:27
La paz os dejo, mi paz os doy;
yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga
miedo.
Comentario:
14.27 El resultado final de la obra del Espíritu Santo
en nuestras vidas es una paz profunda y duradera. A diferencia de la paz del
mundo, cuya definición suele ser ausencia de conflicto, esta paz es una
confiada seguridad en cualquier circunstancia; con la paz de Cristo, no tenemos
por qué temer al presente ni al futuro. Si su vida está cargada de tensión,
permita que el Espíritu Santo lo llene de la paz de Cristo (véase Phi_4:6-7
para saber más respecto a experimentar la paz de Dios).
Romanos 10:9
que si confesares con tu boca
que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo.
Rom 10:10 Porque con el corazón
se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Rom 6:23 Porque la paga del
pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro.
Comentario:
10.8-12 ¿Alguna vez le han preguntado cómo se hace uno
cristiano? Estos versículos le dan la preciosa respuesta: la salvación está en
el corazón y en la boca. La gente piensa que debe ser un proceso complicado,
pero no es así. Si creemos en nuestro corazón y proclamamos con nuestra boca
que Jesús es el Señor resucitado, seremos salvos.