domingo, 26 de noviembre de 2017

LAS PROMESAS DEL PADRE

Deu 1:1

Moisés recuerda a Israel las promesas de Jehová en Horeb
  Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizah
Deu 1:8  Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.

Comentario:
La orden para entrar a la tierra. La historia de la estadía en Horeb cubre desde Exo. 19 hasta Núm. 10:3. Dios ahora ordena a su pueblo que se encamine hacia su tierra. Es un gran momento en su historia, el cumplimiento de la promesa a los padres (v. 8). La descripción de la tierra hace recordar Gén. 15:18-21. Cubre desde el occidente al oriente (la sierra montañosa central, las colinas al occidente, y las llanuras de la costa), y del sur al norte (desde el Néguev hacia arriba a la planicie costera, al Líbano en el norte, e inclusive más allá, hasta el Eufrates). Toda esta área no se tomó de una sola vez, pero al fin fue conquistada por David y mantenida por Salomón.

Israel ocupa la tierra

 De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres,  y la poseyeron y habitaron en ella.
Jos 21:44  Y Jehová les dio reposo alrededor,  conforme a todo lo que había jurado a sus padres;  y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente,  porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.
Jos 21:45  No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel;  todo se cumplió.

Comentario:
Resumen: la maravillosa fidelidad de Dios
Este pasaje constituye un enlace con 1:6, subrayando el esquema teológico del narrador: El Señor guardó su pacto con los patriarcas de darles la tie rra digna de reyes. Ellos la poseyeron, se establecieron en ella y tuvieron reposo de los ataques en cada lado (ver 1:15; 11:23). No falló ni una sola promesa (ver 13:1-7).
1Reyes 8:56

Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.(J)
1Reyes 8:57  Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje.
Comentario:
1Re 8:54-61 

Salomón dirige sus palabras de nuevo a la asamblea. Salomón entonces volvió a mirar hacia el pueblo para “bendecirlo” de nuevo. Les recordó que Dios había cumplido cada una de las promesas que había hecho a Moisés y oró que Dios continuara estando cerca de su pueblo para mantener su causa. Pero el deseo de Salomón no fue (o al menos no fue solo) el bienestar del pueblo; lo inspiraba un motivo más noble, el anhelo de ver a Dios glorificado en el mundo: a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehovah es Dios y que no hay otro (60). Este sentimiento también se expresa en la plegaria por el extranjero que oye de la grandeza de Dios y ora hacia el templo (41-43). Finalmente, instó al pueblo a que hiciera su parte para seguir los caminos de Dios con integridad de corazón. Es por la obediencia de buena gana de parte del pueblo de Dios que el mundo comprenderá cómo es el carácter de Dios.
Romanos 9:4

 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas;
Rom 9:5  de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
Romanos 15:8
 Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres,
Rom 15:9  y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:
 Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles,
 Y cantaré a tu nombre.(B)
Comentario:
Rom 9:1-6 

El tema: la angustia de Pablo por Israel
La falta de una palabra o frase que conecte el cap. 8 con el 9 sugiere que aquí Pablo hace una pausa en su razonamiento. Con la celebración del amor inalterable de Dios para los creyentes en Cristo (8:31-39) alcanzó el clímax para lo que va de su argumento. Pero es precisamente esta afirmación del pleno cumplimiento de las promesas de Dios a los cristianos la que lleva a Pablo a plantear la cuestión de las promesas de Dios a Israel. Los vv. 1-3 muestran que este tema despertaba en él intensas emociones, ya que Pablo nunca perdió su sentido de identificación con sus compañeros de raza, los judíos. Por lo tanto, experimenta gran tristeza y continuo dolor en el corazón por aquellos que desde el punto de vista de la carne (kata sarka) son sus familiares y hermanos (2, 3). Aunque Pablo no nos dice por qué se siente tan profundamente mal con respecto a sus hermanos judíos, el paralelo de 10:1 indica claramente que es porque la mayoría de los judíos no son salvos; porque se han negado a creer en Jesucristo (cf. 9:30-10:21). Pablo siente esto tan intensamente, al igual que Moisés antes que él (Exo. 32:31-34), que está dispuesto a sacrificar su propia salvación por la salvación de sus hermanos judíos. La fuerza de la declaración de Pablo (cf. también v. 1) sugiere que quizá haya tenido noticias de algunos judíos que dudaran de su preocupación por sus “familiares según la carne”.

Pablo agrega ahora otra razón para esta aceptación mutua: el ministerio de Cristo, como uno que incorpora tanto a judíos (8, la circuncisión) como a gentiles (9-12). El servicio de Jesús a los judíos (lit. “la circuncisión”) es, implica Pablo, un ministerio enraizado en el pasado pero de ninguna manera concluido (sugerido por el tiempo perfecto del verbo gegenesthai). Así, Pablo recuerda a los gentiles que Cristo sigue preocupándose por los judíos y deseando alcanzarlos (ver 11:1, 2, 28, 29). El ministerio de Cristo a los judíos, no obstante, tiene un propósito más amplio: es a favor de la verdad de Dios, o sea, por la fidelidad de Dios a sus promesas (gr. aletheia, “verdad”, significa aquí “fidelidad”; ver también 3:4 y 7). Estas promesas, hechas a los patriarcas, incluían la bendición de “todas las naciones” (4:16, 17). Por lo tanto, cuando estas promesas son confirmadas, el resultado (9) es que los gentiles pueden unirse con los judíos para glorificar a Dios por su misericordia. Siendo éste el caso, los cristianos judíos deben reconocer que la incorporación de los gentiles al pueblo de Dios es parte del plan de Dios, y deben tratar de estar en buenas relaciones con sus hermanos cristianos gentiles.
2Cointios

 1:20  porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
2Co 1:21  Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
2Co 7:1  Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Gálatas 3:16

 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente,(H) la cual es Cristo.
Gál 3:17  Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después,(I) no lo abroga, para invalidar la promesa.
Gál 3:18  Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa;(J) pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.
Gál 3:21  ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.

Comentario:
El lugar de la ley. Luego de expresarse más bien negativamente en cuanto a la ley, Pablo pudo haber sentido la necesidad de extenderse ex plicando la forma en que la ley se aplica en los propósitos de Dios. ¿Cuál es, en realidad, la relación entre ella y la promesa dada a Abraham? Su respuesta subraya el hecho de que la ley es tanto posterior al pronunciamiento de la promesa (15-18) como anterior al cumplimiento de la promesa (19-25).


Hebreos 6:12

a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
Heb 6:13  Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
Heb 6:14  diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.(B)
Heb 6:15  Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
Heb 6:16  Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación.
Hebreos 7:6
 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.
Heb 7:7  Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.
Heb 7:8  Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.
Heb 7:9  Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;
Hebreos 8:6
  Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Heb 8:7  Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
Heb 11:17  Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,(K)
Heb 11:31  Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes,(W) habiendo recibido a los espías en paz.(X)
Heb 11:32  ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón,(Y) de Barac,(Z) de Sansón,(AA) de Jefté,(AB) de David,(AC) así como de Samuel(AD) y de los profetas;
Heb 11:33  que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,(AE)

Comentarios:
6.11, 12 La esperanza impide que el cristiano se vuelva perezoso o aburrido. Así como el atleta, entrénese duro y corra bien, recordando la recompensa que le espera adelante (Phi_3:14)
6.15 Abraham esperó con paciencia. Pasaron veinticinco años desde el momento en que Dios le prometiera un hijo (Génesis 12, 7; 13.14-16; 15.4, 5; 17.16) hasta el nacimiento de Isaac (Gen_21:1-3). Dado que nuestras pruebas y tentaciones a menudo son intensas, parecen durar una eternidad. Tanto la Biblia como el testimonio de cristianos maduros nos alientan a esperar a que Dios actúe en su tiempo, aun cuando nuestras necesidades parezcan demasiado grandes para seguir esperando.

2Pedro 1:3

 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
2Pe 1:4  por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
2Pe 1:5  vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
2Pe 3:12  esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
2Pe 3:13  Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.(F)

Comentarios:
1.3, 4 El poder para crecer no viene de nuestro interior sino de Dios. Como no tenemos los recursos para ser verdaderamente espirituales, Dios nos permite "ser participantes de su naturaleza divina" a fin de protegernos del pecado y ayudarnos a vivir para El. Cuando nacemos de nuevo, por medio de su Espíritu Dios nos capacita con su propia bondad moral. Véanse Joh_3:6; Joh_14:17-23; 2Co_5:21 y 1Pe_1:22-23.

3.13 El propósito de Dios para el ser humano no es destruirlo sino recrearlo (véanse Isa_66:22; Rev_21:22). El purificará los cielos y la tierra con fuego, y luego hará una nueva creación de ambos. Podemos mirar con gozo hacia adelante, hacia la restauración del mundo bueno de Dios.




Jeremias 29:11

  Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Comentario:
29.11 A todos nos alienta un líder que nos motiva a seguir adelante, alguien que cree que podemos llevar a cabo la tarea que nos ha encomendado y que estará con nosotros a lo largo del camino. Dios es esa clase de líder. Conoce el futuro y sus planes para nosotros son buenos y están llenos de esperanza. Mientras el Dios que conoce el futuro nos proporcione nuestra agenda y vaya con nosotros cuando realizamos su misión, tendremos esperanza ilimitada. Esto no significa que no tendremos dolor, problemas ni sufrimiento, sino que Dios nos ayudará a llegar a un final glorioso.

Mateo 11:28

 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mat 11:29  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;(L)

Comentario:
11.28-30 Un yugo es un pesado aparejo de madera que se pone sobre dos o más bueyes. Se ata a cualquier cosa que se quiere que los bueyes arrastren. El "yugo pesado" que Jesús menciona aquí puede significar (1) la carga del pecado, (2) la carga de las demandas excesivas de los líderes religiosos (23.4; Act_15:10), (3) la tiranía de los gobernantes, (4) fatiga en la búsqueda de Dios. Jesús libra a las personas de estas cargas. El descanso que Jesús promete es paz con Dios, no el que uno tenga que dejar todo esfuerzo. Una relación con Dios transforma un trabajo cansador y sin sentido en productividad espiritual con propósito.

Isaias 40:29

 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Isa 40:30  Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
Isa 40:31  pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Comentario:
40.29-31 Aun la gente más fuerte se cansa por momentos, pero el poder y la fuerza de Dios nunca disminuyen. Nunca está demasiado cansado ni ocupado para ayudarnos o escucharnos. Su fuerza es nuestra fuente de fortaleza. Cuando sienta que todo en la vida lo aplasta y no pueda dar un paso más, recuerde que puede clamar a Dios para que renueve su fuerza.
Filipenses 4:19

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Comentario:
4.19 Podemos confiar en que Dios suplirá siempre nuestras necesidades. El nos proveerá todo lo que necesitemos en esta tierra, aun el valor para enfrentar la muerte como lo hizo Pablo. El proveerá todo cuanto necesitemos en el cielo. Sin embargo, debemos recordar la diferencia entre nuestros deseos y nuestras necesidades. La mayoría de la gente quiere sentirse bien evitando el dolor y la incomodidad. Puede que no recibamos todo lo que deseamos. Al confiar en Cristo, nuestras actitudes y apetitos pueden cambiar de desear todo a aceptar su provisión y poder para vivir por El.

Romanos 8:37

 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Rom 8:38  Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Rom 8:39  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Pro 1:33  Mas el que me oyere, habitará confiadamente
 Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

Comentario:
8.35-39 Estos versículos contienen una de las promesas más reconfortantes de todas las Escrituras. Los creyentes siempre han tenido que enfrentar dificultades de diversas formas: persecución, enfermedad, prisión, aun muerte. Esto podría hacerles creer que Cristo los había abandonado. Pero Pablo exclama que es imposible que algo nos separe de Cristo. Su muerte a nuestro favor es prueba de su amor inquebrantable. Nada impedirá su presencia constante con nosotros. Dios nos dice cuán grande es su amor para que nos sintamos bien seguros en El. Si tenemos esta seguridad sorprendente, no temeremos.

Juan 14:27

 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Comentario:
14.27 El resultado final de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas es una paz profunda y duradera. A diferencia de la paz del mundo, cuya definición suele ser ausencia de conflicto, esta paz es una confiada seguridad en cualquier circunstancia; con la paz de Cristo, no tenemos por qué temer al presente ni al futuro. Si su vida está cargada de tensión, permita que el Espíritu Santo lo llene de la paz de Cristo (véase Phi_4:6-7 para saber más respecto a experimentar la paz de Dios).

Romanos 10:9

  que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Rom 10:10  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Rom 6:23  Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Comentario:
10.8-12 ¿Alguna vez le han preguntado cómo se hace uno cristiano? Estos versículos le dan la preciosa respuesta: la salvación está en el corazón y en la boca. La gente piensa que debe ser un proceso complicado, pero no es así. Si creemos en nuestro corazón y proclamamos con nuestra boca que Jesús es el Señor resucitado, seremos salvos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario