EL MISTERIO DE LA REIAN DEL CIELO
¨No tendrás dioses ajenos delante de mí. Ni te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que este arriba en el cielo; ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás porque yo soy Jehová tu Dios…¨ Éx.20.3-5
Uno de los pecados que más rechaza nuestro Dios, es la idolatría. La razón es que éste pecado en particular trae maldiciones sobre individuos, ciudades y naciones de una forma tan grande que aún su efecto cae sobre las generaciones venideras.
"Entonces les dije: cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios. Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. Antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos." Ez. 20.7-8; 18
Según Hector Torres: "Debido a que Él es un Dios que no quiere que ninguno perezca (2 P. 3:9), mi hipótesis es que su aborrecimiento de
El Principio de Falsas Religiones
De acuerdo a ciencias como
Esta diosa madre fue la precursora de la diosa mesopotámica Isthar y luego Astarté, pues ya en las culturas de Eurasia septentrional las mujeres tenían diosas similares del nacimiento y les daban protección tanto en su embarazo como en el parto.
Precisamente el interés mostrado por parte de sus autores en las partes sexuales denota que estas Venus querían representar las divinidades de la fertilidad del crecimiento y de la fecundidad. Nos encontramos por primera vez, ante representaciones reales de una persona espiritual, "la diosa madre". El descubrimiento de la agricultura fue un gran cambio en la vida de la gente de aquella época. Éste modo de vida hizo posible que una población pudiese establecerse en un lugar determinado, dando lugar a la fundación de ciudades; debido a este asentamiento hubo un impacto importante sobre la religión. Las funciones que hasta ahora había tenido la diosa-madre de la fertilidad, fecundidad y del crecimiento, pasan a adaptarse a las necesidades de los agricultores y, a partir de ahora, se le empieza a llamar diosa de la tierra y de la vegetación.
1. Babilonia
Según
Fue en tierra de Shinar que la ciudad de Babilonia fue construida, y esta tierra se llegó a conocer más tarde como Babilonia y aún más tarde como Mesopotamia.
El imperio babilónico, gozó sin lugar a dudas, de una de las más destacadas presencias culturales de las que se hayan tenido descubrimiento en todo el devenir de la historia antigua. Influyeron sobre sus coetáneos de manera notoria, hasta el punto que muchas otras civilizaciones contemporáneas, más perdurables a través del tiempo y los cambios constantes que éste trae consigo, adquirieron tradiciones culturales, religiosas y antropológicas que, bien por ósmosis natural, bien por haber sido inducidas a través de las numerosas incursiones militares que los babilonios llevaron a cabo, acabaron siendo parte integrante de las generaciones posteriores.
Babi-dingir (Babilonia), fue erigida de forma fastuosa a orillas del río Eúfrates, en la región que comprendía toda
Sin embargo, existían ciertas desventajas, las cuales tenían que afrontar las gentes que habitaban esa tierra. Shinar se encintraba asediada de animales salvajes, los cuales eran un peligro constante para su seguridad y paz (Ex. 23:2930). Obviamente, cualquier persona que pudiese proporcionarles protección contra estas bestias salvajes, recibiría gran clamor de parte de su gente.
2. Nimrod, un poderoso cazador
Es en este punto, que parece un hombre grande y poderoso, cuyo nombre era Nimrod. Se hizo famoso como un gran cazador de bestias salvajes.
Estos versos contienen un significado muy importante, Nimrod fue un "poderoso cazador", lo cual le hizo famoso dentro de aquellas gentes primitivas. Como lo declaran las Escrituras, se volvió poderoso en la tierra, era un líder famoso en los sucesos del mundo, "Nimrod era tan poderoso y era tan grande la impresión que causó en la mente de los hombres, que el oriente está lleno actualmente de tradiciones de sus extraordinarias proezas."
Habiendo obtenido gran prestigio entre las gentes, Nimrod estableció un sistema para obtener mejor protección. En vez de pelearse constantemente con las bestias salvajes, ¿por qué no organizar a la gente en ciudades y rodear éstas de murallas para resguardarse? Entonces, ¿por qué no organizar estas ciudades en un reino y escoger un rey para que reine sobre ellos? Evidentemente, este era el pensamiento de Nimrod, ¡porque
Todo
Esta misma naturaleza rebelde de Nimrod puede verse también en la expresión de que era un poderoso cazador "ante Jehová". La palabra "ante" en este caso, también denota un significado hostil. En otras palabras, Nimrod se estableció "ante Jehová", la palabra "ante" como traducción de la palabra en hebreo, que significa "contra" Jehová.
Pero no solamente estaba Nimrod contra el verdadero Dios, sino que también era un sacerdote de idolatría diabólica y de atrocidades de la peor clase. Finalmente, Nimrod, el rey-sacerdote de Babilonia, murió. De acuerdo a las leyendas, su cuerpo fue cortado en pedazos y quemado y los pedazos fueron enviados a varias áreas. La muerte de Nimrod fue muy lamentada por la gente de Babilonia. Pero aun cuando Nimrod había muerto, la religión babilónica, en la cual él tuvo una parte tan prominente, continuó y se desarrolló aún más, bajo el liderazgo de su esposa.
3. Semiramis y Tammuz, toda una falsificación
Después de la muerte de Nimrod, su esposa, la reina Semiramis, lo proclamó como el dios-Solar. Más tarde, cuando esta mujer adúltera e idólatra dio a luz a un hijo ilegítimo, proclamó que su hijo, Tammuz de nombre, no era más que el mismo Nimrod renacido. Ahora, la reina-madre de Tammuz, sin duda que había escuchado la profecía de la venida del Mesías, que nacería de una mujer, pues esta verdad era muy conocida desde el principio (Gn. 3:15). Satanás había engañado primero a una mujer, Eva; pero más tarde, a través de una mujer, habría de venir el Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Satanás, el gran falsificador, sabía también mucho del plan divino. Fue así que comenzó a suplantar falsedades acerca del verdadero plan, siglos antes de la venida de Jesús.
La reina Semiramis, como un instrumento en manos de Satanás, reclamaba que su hijo fue concebido de una forma sobrenatural y que él era la semilla prometida, el "salvador del mundo". Pero no solamente era el pequeño adorado, sino que también la mujer, la madre, lo era también igual (o más) que el hijo. como la verdadera-, y su sistema corrompido llenó al mundo. Ella proclamó que éste era un dios-hijo; que era Nimrod mismo, su líder, que había renacido y que tanto ella como su hijo eran divinos. Esta historia era ampliamente conocida en la antigua Babilonia y se desarrolló en un culto bien establecido, el culto de la madre y el hijo. Numerosos monumentos de Babilonia muestran la diosa madre Semiramis con su hijo Tammuz en sus brazos
4. De Semiramis a Isthar
Estudiando los antecedentes religiosos de toda esa región, podemos encontrar algunos detalles muy interesantes; Isthar (Semiramis) era la diosa asiro-babilónica llamada "diosa de la mañana y del atardecer", a la vez que era la diosa del amor y de la sexualidad.
Según la leyenda, aunque se la considera virgen, tiene muchos amantes, destacando Tammuz. Como Inana, su homóloga sumeria, tiene, al lado de su aspecto erótico, las funciones guerreras y astrológicas. También se convirtió en Asiría en la diosa de la guerra. Esta diosa, con mayor o menor intensidad en Babilonia y Asiría logró tener y mantener estos dos caracteres conjuntamente. A Isthar en determinadas zonas se la consideraba como dios masculino, llamándole Atthar, otras como femenina y otras de los dos sexos. Dependiendo de la genealogía los atributos varían.
Isthar era la diosa asiro-babilónica. Ella se considera a sí misma "diosa de la mañana y del atardecer", a la vez que era la diosa del amor y de la sexualidad.
Aunque se la considera virgen, tiene muchos amantes, destacando Tammuz. Como Inanna, su homóloga sumeria, tiene, al lado de su aspecto erótico, las funciones guerreras y astrológicas. También se convirtió en Asiria en la diosa de la guerra. Esta diosa, con mayor o menor intensidad en Babilonia y Asiría logró tener y mantener estos dos caracteres conjuntamente. A Isthar en determinadas zonas se la consideraba como dios masculino, llamándole Atthar, otras como femenina y otras de los dos sexos. Dependiendo de la genealogía los atributos varían.
Isthar estaba presentada como hija del dios Sin, a su vez hijo de Aun; después se presentó como hija del mismo Aun; por último, Istar realizó progresos incesantes y en Uruk el propio Aun fue obligado a tomarla por esposa, antes de que le superara ella misma. El éxito de Isthar fue extraordinario en Mesopotamia y su nombre acabó por ser el sinónimo de "diosa" y su plural Istarata de "diosas". Como hija de Sin, se le da culto como diosa de la guerra. Los asirios la adoptaron como diosa, se casó con Ashur considerándola diosa de la guerra y tomó parte en las batallas con su esposo, "cubierta de lucha y revestida de espanto"... Así Isthar guerrera es la "Señora de las batallas". Se representaba de pie sobre un carro tirado por siete leones y empuñando un arco; otras veces se le representa con un león cogido con un lazo, otras cabalga sobre él, o bien lo unce a su carro y al que a veces se la compara. La compañía de este animal sagrado muestra simplemente que sobrepasa un valor simbólico o metafórico.
Pero cuando se ve en ella la hija de Aun, se la considera la función como diosa del amor y de la fertilidad animal y especialmente femenina. Aunque se la considera virgen, en la mitología aparece asociada a muchos amantes, destacando Tammuz, dios de la cosecha, cuya muerte llora. Istar se conduce como una madre tierna con los que ama. Como Inanna, tiene, al lado de su aspecto erótico, el de las funciones de guerra, ya referido, y el de la función astral. Istar estaba asociada al planeta Venus como estrella de la mañana, y en las fronteras de Babilonia se la representa mediante una estrella de ocho puntos.
Su principal centro de culto se ubicaba en Erek (Uruk), donde se daba la prostitución sagrada a su servicio. La misma Isthar ejerce este menester con dioses, ella, pues, es la primera víctima de los deseos que inspira a los demás. Pero - como relata el Gilgamés- " tú cavas el foso a los animales influidos por la pasión y los celos y hieres a los hombres".
El carácter de Isthar es irritable e incapaz de tolerar la menor oposición a su voluntad. Se irrita con su padre Aun por no ceder a sus caprichos y amenaza al guarda de las puertas del infierno por no abrirlas con celeridad. El mito relata el descenso de Isthar al mundo inferior para recuperar a su amante Tammuz y sacarlo de la triste morada. Ordenó que se le abriesen las puertas, se despojó de sus adornos, se presentó ante la soberana del lugar, Ereshkijal, a quien atacó; Isthar fue prisionera, lo que significa desolación en la tierra y tristeza por parte de los dioses. Su padre Sin y su hermana Shamash acuden con sus quejas a Ea para que libere a Isthar. Aquélla creó un ser afeminado, Asushunamir, quien envió a aquel lugar unas palabras mágicas para forzar la voluntad de Ereshkigal, la cual liberó a Isthar, que, al fin, salió sin Tammuz. A pesar del carácter violento de Isthar, su corazón no permaneció insensible a la bondad ayudando mucho a los humanos, precisamente su nombre tiene el significado de "Benévola".
La mayoría de la idolatría babilónica era acarreada a través de símbolos -por eso era una religión misterio-. El becerro de oro, por ejemplo, era un símbolo de Tammuz, hijo del dios-Solar. Como se consideraba que Nimrod era el dios-Solar o Baal, el fuego era considerado como su representante en la tierra. Se encendían candelabros y fuegos ritualistas en su honor, como lo veremos más adelante. También se simbolizaba a Nimrod por medio de símbolos solares, peces, árboles, columnas y animales.
Siglos más tarde, Pablo dio una descripción que detalla perfectamente el camino que la gente de Babilonia siguió: "Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni dieron gracias; sino que se hicieron tontos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Diciéndose ser sabios, se hicieron necios y tornaron la gloria de Dios incorruptible, en algo semejante a la imagen del hombre corruptible y de aves y de animales cuadrúpedos y de serpientes..., los cuales cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y sirviendo a la creación en vez de al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén... Por esto Dios los entregó a afectos vergonzosos" (Rom. 1:21-26).
5. La diosa fenicia Astarté.
Astarté era la diosa fenicia y que entre los sumerios era conocida como Inana. Posiblemente era una versión de la diosa asiro-babilónica Isthar. Es la diosa semítica de la vegetación, adorada en todo el próximo oriente. Se conservan grandes y pequeñas imágenes reservadas en gran número y sexualmente caracterizadas. Astarté tenía a su servicio prostitutas sagradas, al igual que Isthar; los profetas hebreos condenaron su culto porque era un desafío al de Yahvé y por el carácter licencioso de su culto, llamándola Ashtoret, vocalizando el nombre igual que la palabra bossheth (vergüenza). De modo normal se la muestra desnuda. En el momento que fue echada fuera por los egipcios figuró como diosa de la guerra y sus atributos eran la lanza y el arco; también le correspondería el título como reina de la estrella de
Como Reina
6. El origen de Afrodita.
Parece ser que Afrodita tiene su origen con toda seguridad en el Oriente, en la diosa mesopotámica Isthar, esposa divina del rey, y reina del Cielo. Posteriormente pasa a ser la asiro-fenicia Astarté, para llegar a ser la famosa diosa de los griegos Afrodita. Esta descendencia semítica o semifenicia ya la refirió Herodoto en el libro Historias.
La etimología que se suele dar de la diosa griega Afrodita suele ser Afros (Afros), espuma y duw (dío), emerger, nacida de la espuma. Pero los estudiosos no creen que la etimología sea de origen oriental, quizá fenicio, como lo era la propia divinidad.
7. Relaciones de Afrodita con las diosas Isthar y Astarté.
- Afrodita es una divinidad bisexual: Tenemos una Astarté y una Isthar con barba, un Isthar masculino (Atthar), al igual que tenemos una Afrodita barbada, esto es, un Afrodito.
- Isthar posee el atributo de reina del cielo, Afrodita es llamada
- Como hija del dios Sin, se le tributa culto como diosa de la guerra. Afrodita puede procurar la victoria en la guerra, representada con arcos y flechas y venerada en especial en Esparta. Afrodita toma parte en la guerra de Troya a favor de los troyanos por el favor recibido por Paris, al proclamarla diosa de la belleza.
- Isthar como esposa de Ashur era la esposa del amor, también era la diosa de la mañana y del atardecer, a la vez que del amor y de la sexualidad. Afrodita es la diosa del amor y de la sexualidad.
- Afrodita como Isthar, es cruel con quien la rechaza y muy placentera con quien la aprecian.
- Al igual que Astarté, Afrodita se hace acompañar del dios joven Tammuz, su amante, Afrodita se enamora del joven Adonis con quien aparece a menudo. El mito griego nos cuenta que una vez nacido Adonis, Afrodita se lo dio a Perséfone. Afrodita va al Hades a reclamar a Adonis. La semejanza con el mito de Isthar se da en el hecho que Isthar fue a los Infiernos a salvar a su amante Tammuz.
- Isthar estaba asociada al planeta Venus, naturalmente lo mismo pasa con Afrodita/Venus.
8. El desarrollo de este culto bajo distintos nombres y formas en varios países.
Cuando el pueblo de Babilonia fue disperso en las varias áreas de la tierra, llevaron consigo el culto a la divina madre y al dios-hijo. En los diversos países donde se extendió este culto, la madre y el hijo eran llamados de diferentes nombres debido a la división de los lenguajes en Babel, pero la historia básica seguía siendo la misma.
Este sistema de idolatría se esparció de Babilonia a las naciones, pues fue de este sitio de donde fueron los hombres dispersados sobre la faz de la tierra (Gn. 11:9). Como salían de Babilonia, llevaban consigo su idolatría babilónica y sus símbolos misteriosos. Por lo cual, hasta hoy en día encontramos evidencias de esta religión de Babilonia, ya sea de una o de otra forma, ¡en "todas" las religiones falsas de la tierra! En verdad, Babilonia fue la madre -la precursora- de las falsas religiones e idolatrías que se desparramaron por toda la tierra. Como lo declaran las Escrituras, "porque todas las naciones han bebido del vino de su fornicación" (Jer. 51:7 y Apoc. 18:13).
Además de la prueba escrita de que Babilonia fue la madre, el nido de religiones paganas, también tenemos el testimonio de conocidos historiadores; por ejemplo, Herodoto, el viajero mundial e historiador de la antigüedad. El presenció la religión-misterio y sus ritos en numerosos países y menciona cómo Babilonia fue el nido original del cual todo sistema de idolatría proviene.
Bunsen dice que el sistema religioso de Egipto fue derivado de Asia y "del Imperio primitivo de Babel". En su conocido trabajo titulado Nínive y sus ruinas, Layard declara que tenemos el testimonio unido de historia profana y sagrada, que la idolatría originó en el área de Babilonia el más antiguo de los sistemas religiosos.
Fue de allí donde Dios llamó a Abram a salir y abandonar la idolatría de su parentela (Gn. 11.31).
Cuando Roma se convirtió en un imperio mundial es un hecho conocido que ella asimiló dentro de su sistema a dioses y religiones de todos los países paganos sobre los cuales reinaba. Como Babilonia era el origen del paganismo de estos países, podemos ver cómo la nueva religión de
La madre babilónica era conocida como "Afrodita" o "Ceres", por los griegos; Inanna, por los sumerios, y como "Venus" o "Fortuna" por sus devotos en los viejos días de Roma; su hijo era conocido como "Júpiter". La ilustración muestra a la madre y al hijo como Devaki y Crisma (Krishna).
Entre los chinos, se llamaba "Shingmoo" o "Santa Madre", y a la diosa madre se representa con un niño en los brazos y rayos de gloria alrededor de su cabeza. Los germanos veneraban a la virgen "Hertha" con un niño en los brazos. Los escandinavos la llaman "Disa" y también la representan con el niño en los brazos. Los etruscos la llamaban "Nutria"; en India, la "Indraní", que también era representada con un niño en los brazos, y también, entre los druidas, adoraban a la "Virgo Paritura" como a la "Madre de Dios".
Por algún tiempo, Isi, la "gran diosa" y su hijo Iswara, han sido venerados en
En Efeso, la gran madre era conocida como "Diana"; ¡el templo dedicado a ella en esa ciudad era una de las Siete Maravillas del Viejo Mundo! Y no solamente en Efeso, sino también a través de Asia y del mundo entero era venerada la divina madre (Hch. 19:27).
En Egipto, la madre babilónica era conocida como Isis, y su hijo como Horus. Nada es más común, en los monumentos religiosos de Egipto, que el infante Horus sentado en el regazo de su madre.
El culto a la madre y al hijo era conocido también en Inglaterra en tiempos pasados, pues en 1747 se encontró un monumento religioso en Oxford, de origen pagano el cual exhibe a una mujer alimentando a un infante. "Así vemos -dice un historiador-, que la virgen y el hijo eran venerados en tiempos anteriores desde China hasta Bretaña... y aún en México la madre y el hijo eran venerados."
9.
Cuando los hijos de Israel cayeron en apostasía, ellos también se descarriaron con este culto de la diosa-madre. Como podemos leer en el libro de Jueces 2:13, "Y dejaron a Jehová y adoraron a Baal y a Astaroth". Astaroth era el nombre bajo el cual la diosa era conocida por los hijos de Israel. Da vergüenza el pensar que aun aquellos que conocían al Dios verdadero, se alejaban de El y adoraban a la madre pagana. Pero eso es exactamente lo que hicieron. Uno de los títulos bajo el cual era la diosa conocida por los israelitas, era el de "Reina del Cielo", como leemos en Jeremías 44:17-19. El profeta Jeremías los reprendió por venerarla, ¡pero ellos se rebelaron a pesar de su advertencia, y fue así como trajeron sobre sí mismos una plena destrucción por la mano de Dios!
7.16-18: "Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré. 17¿No ves lo que éstos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 18Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira."
44.16-29: "La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; 17sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno. 18Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos. 19Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?
20Y habló Jeremías a todo el pueblo, a los hombres y a las mujeres y a todo el pueblo que le había respondido esto, diciendo: 21¿No se ha acordado Jehová, y no ha venido a su memoria el incienso que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra? 22Y no pudo sufrirlo más Jehová, a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue puesta en asolamiento, en espanto y en maldición, hasta quedar sin morador, como está hoy. 23Porque ofrecisteis incienso y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis a la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley ni en sus estatutos ni en sus testimonios; por tanto, ha venido sobre vosotros este mal, como hasta hoy.
24Y dijo Jeremías a todo el pueblo, y a todas las mujeres: Oíd palabra de Jehová, todos los de Judá que estáis en tierra de Egipto. 25Así ha hablado Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres hablasteis con vuestras bocas, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones; confirmáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra. 26Por tanto, oíd palabra de Jehová, todo Judá que habitáis en tierra de Egipto: He aquí he jurado por mi grande nombre, dice Jehová, que mi nombre no será invocado más en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre de Judá, diciendo: Vive Jehová el Señor. 27He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo. 28Y los que escapen de la espada volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, pocos hombres; sabrá, pues, todo el resto de Judá que ha entrado en Egipto a morar allí, la palabra de quién ha de permanecer: si la mía, o la suya. 29Y esto tendréis por señal, dice Jehová, de que en este lugar os castigo, para que sepáis que de cierto permanecerán mis palabras para mal sobre vosotros."
11.13-15: "Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusiste los altares de ignominia, altares para ofrecer incienso a Baal.
14Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré en el día que en su aflicción clamen a mí. 15¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho muchas abominaciones? ¿Crees que los sacrificios y las carnes santificadas de las víctimas pueden evitarte el castigo? ¿Puedes gloriarte de eso?"
Cuándo debe ofender la idolatría a nuestro Señor que aún nos prohíbe orar por este pueblo en Jeremías 7.16 dice "Tu, pues no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor, ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré".
10. Diana de los Efesios
Otra ciudad en donde el culto idólatra-pagano a la madre era popular fue Efeso, y ahí también se hicieron intentos por mezclarlo con la cristiandad. En Efeso, desde tiempos primitivos, la diosa - madre era llamada Diana (Hch. 19). En dicha ciudad los paganos la veneraban como la diosa de la virginidad y la maternidad. Se decía que ella representaba los poderes generadores de la naturaleza, por lo cual se la representaba con muchos senos. Una torre de Babel adornaba su cabeza.
En palabras de Héctor Torres: "Durante los tiempos del apóstol Pablo se le conocía como Diana de los Efesios. Este era el nombre latino de la divinidad más celebre de Asia Menor. Conocida también como Artemisa, era una deidad lunar y encarnaba varias diosas orientales las cuales, bajo el sincretismo de la época, asumían diferentes nombres según la región donde se le adorase.
Las tortas de sacrificio mencionadas en estos pasajes, eran similares a las que los Griegos ofrecían a Artemisa, tenían la forma de una luna creciente o de la luna llena y eran ofrecidas durante el mes de ´Munychion´ un mes dedicado a la adoración de la luna.
Ha existido a través de los siglos una gran influencia ejercida por
Fue el apóstol Pablo quién inició la confrontación contra este principado. El libro de los Hechos relata que "Pablo, predicó el reino de Dios" por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos oyeron la palabra del Señor Jesús (Hch. 19:10); y mientras Pablo estuvo allí, "prevalecía poderosamente la palabra del Señor" (Hch. 19:20).
Uno de las palabras más descriptivas de ese maravilloso capítulo habla de la guerra espiritual que Pablo desarrollo durante ese tiempo. Se desató tanto poder sobrenatural a través de Pablo y otros, que "ocurrían Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo" (Hch. 19:11).
Otro hecho interesante es su confrontación contra los poderes del ocultismo. Por lo escrito anteriormente podemos entender que esa ciudad rendía un culto muy influyente a Diana, no sólo eso, más aún Efeso era un centro de magia muy poderoso.
En Hechos 19:19 podemos leer que "muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su valor, hallaron que era de cincuenta mil piezas de plata".
Como ya lo mencioné el templo de Diana estaba ubicado en Efeso y estaba en la lista de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo; el ejemplo más sobresaliente y opulento de arquitectura en toda la ciudad. Durante todo el año se ofrecían ofrendas y sacrificios a aquel poder demoníaco.
A través del ministerio de Pablo, como nos dice el Dr. Peter Wagner: "Sin embargo, reinó confusión. Los demonios que supuestamente estaban bajo su autoridad, ¡con simples pañuelos estaban siendo expulsados de las personas que habían oprimido durante años! Los magos, presumiblemente sus tropas élite, estaban desertando del reino de las tinieblas en grandes cantidades, para entrar al reino de el "Jesús" a quien Pablo predicaba. ¡Nunca antes Diana había visto algo así! Sus ejércitos se retiraban caóticamente. Estaba perdiendo rápidamente la autoridad que sobre Efeso había mantenido por siglos. El poder de Diana estaba siendo neutralizado por el evangelio, de tal manera que la gente común y corriente empezó a darse cuenta. Dejaron de adorarla y ofrecerle sacrificios y no volvieron a comprar sus ídolos. Cuando finalizaban los dos años de ministerios de Pablo, a los plateros que fabricaban estos ídolos se les estaba derrumbando el negocio, así que protagonizaron una manifestación pública. Llenaron el inmenso anfiteatro y gritaron durante dos horas: "¡Grande es Diana de los efesios!" (Hechos 19:34)."
Derrota final de Diana
Sería Juan apóstol escogido por Dios para llevar a cabo el ataque final. La historia posterior, y no el Libro de los Hechos, nos relata que unos cuantos años después de la salida de Pablo, Juan se trasladó a Efeso y terminó allí su carrera. Ramsay MacMullen, un reconocido historiador y profesor de la universidad de Yale, quien es especialista en la historia del Imperio Romano, ha escrito un tratado llamado "La cristianización del Imperio Romano, años 100-400 d.C." (Yale University Press). En este escrito argumenta que el factor principal en la conversión del Imperio Romano al cristianismo fue la expulsión de demonios.
Un hecho que este historiados relata corresponde a la historia del apóstol Juan y su enfrentamiento cara a cara con Diana de los efesios. MacMullen, citando fuentes históricas, dice que Juan, en cierta ocasión fue al templo de Diana y oró, "Oh Dios...ante cuyo nombre todo ídolo, todo demonio y poder inmundo huyen: haz ahora que el demonio que está aquí (en este templo) huya ante tu nombre"... Y mientras Juan seguía diciendo esto, de repente el altar (de Diana) se partió en muchos pedazos...y la mitad del templo se cayó" (Pag 26).
En su libro
El relato continúa diciendo que mientras Juan oraba de esa forma, el altar de Artemisa se rompió en pedazos, y todas las ofrendas se cayeron por el piso al igual que varias otras imágenes que estaban sobre el altar. Casi medio templo se vino abajo y un sacerdote murió al desplomarse parte del techo. El resultado fue un gran temor y la conversión de todos los presentes.