LA ALABANZA QUE DIOS ANHELA (Parte VII)
MANERAS BIBLICAS DE ALABAR AL SEÑOR
La alabanza es principalmente la expresión de admiración y aprobación.
En su sentido más pleno, incluye también la expresión de la gratitud y de
acción de gracias por los favores recibidos. Así que, la alabanza y la acción
de gracias frecuentemente aparecen ligadas.
Sin embargo, las formas más puras de alabanza no incluyen las gracias y
la gratitud. Son esencialmente expresiones de admiración y adoración con la
finalidad de alabar, sin que se tenga en cuenta los favores recibidos. Por lo
tanto, alabar a Dios es primariamente ensalzar Su persona, carácter, atributos
y perfección. Es el asunto de Su adoración, por quién es y por que lo es, más
bien por que lo que haya hecho, lo cual haya resultado en nuestro beneficio.
"Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza" (Sal 145:3).
La alabanza es primeramente un conocimiento interior de lo que es digno.
Después, es una expresión externa de esa apreciación interna. No se convierte
en alabanza hasta que encuentra su expresión externa. Mientras permanece dentro
del corazón y de la mente, es admiración. Cuando encuentra su expresión y se
convierte en algo sonoro o visible, entonces es alabanza.
A) EXPRESIONES BIBLICAS DE ALABANZA
Hay muchas maneras bíblicas de expresar nuestra alabanza a Dios.
Examinemos ahora algunas de éstas. Nuestra lista no pretende ser una
demasiado detallada. Usted puede encontrar otras maneras que son igualmente
bíblicas. Creo que Dios quiere que cada cristiano sea suficientemente libre en
su espíritu para poder alabarle en todas y cada una de las maneras que se
encuentran en la Biblia. Recuerda que estas expresiones de alabanzas son
válidas y aceptables únicamente si son en realidad una manera genuina de
expresar la alabanza que está en nuestros corazones y que necesita ser
entregado a Dios.
En otras palabras, el hacer movimientos y ademanes en forma mecánica, no
constituye la alabanza. Son solo formas de dar expresión a la admiración,
acción de gracias y respeto que están dentro de nosotros.
Si usted está consciente de que la alabanza que hay dentro de su corazón
nunca ha recibido la expresión adecuada, permítame sugerirle que estudie estas
diferentes expresiones. Examine las referencias bíblicas citadas y considere su
contexto y significado en oración. Luego, actúe cualquiera que sea la expresión
que esté bajo su consideración.
Por ejemplo, si está estudiando las referencias relacionadas con dar
exclamaciones, exprese tales exclamaciones de alabanza delante del Señor.
Descubrirá una tremenda liberación cuando lo haga. Algo en su interior se
liberará. Una nueva dimensión de alegría quedará libre en su interior pues ha
sido obediente a Dios en este aspecto, comenzando a alabarle de maneras
innovadoras que El ha establecido en Su Palabra.
Si alguna vez tuviera la oportunidad de enseñar estos principios de
alabanza a otros, consiga que los practiquen a medida que los enseñe. No se
contente con el mero hablar acerca de estos métodos de alabanza; ponga a las
personas a participar y a poner en ejecución lo que está enseñando.
1. Alabando a Dios
con la Voz: "Mis labios se alegrarán cuando cante a ti, Y mi alma, la cual
redimiste. Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día ....(Sal
71:23,24).
"Para exclamar
con mi voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas" (Sal
26:7).
David estaba
proclamando constantemente las alabanzas de Dios. Decía cosas como estas:
"Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confío mi corazón, y fui
ayudado, Por lo que gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré" (Sal
28:7).
Nosotros deberíamos
cultivar también el hábito de hablar sobre el Señor y ensalzar Sus obras
maravillosas. Empiece cada día proclamando alabanzas a Dios. Dígale lo grande y
maravilloso que es, cuánto le ama y aprecia. De las gracia por el nuevo día que
le ha permitido ver y comience a glorificarle por permitir que Su presencia le
acompañe durante todo ese día. Cántele un himno de alabanzas y acción de
gracias. Emplee su voz, sus labios y su boca como instrumentos de alabanza. Se
quedará sorprendido al ver lo rápidamente que cultivará el hábito de la
alabanza.
"Bendeciré a
Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca" (Sal
34:1).
"Gócense y
alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu
salvación; Jehová sea enaltecido" (Sal 40:16).
"Bendecid,
pueblos, a nuestro Dios, Y haced oir la voz de su alabanza" (Sal 66:8).
2. Aclamad a Dios: La
alabanza verbal de la que hemos hablado en la sección anterior sólo requiere el
volumen normal de una conversación. Hablamos con Dios de manera conversacional,
diciéndole nuestra opinión sobre El y expresándole nuestro aprecio. Sin
embargo, también hay ocasiones en que es idóneo y bíblico levantar nuestras
voces y clamar a Dios. "...ACLAMAD A DIOS con voz de júbilo", dijo
David en el Salmo 47:1.
Muchas personas
conservadoras son muy contrarias a las exclamaciones o a hacer cualquier clase
de ruido en voz alta. Consideran que tal coas es digna de una persona. Algunos
han llegado a decir: "No hace falta dar aclamaciones, Dios no es
sordo". A tal declaración deberíamos replicar: "Dios tampoco se pone
nervioso".
Hay un tiempo y un
lugar para la aclamación de gozo y para las expresiones de alabanza en voz
alta; así que, no debemos sentir temor cuando llegue tal momento.
"En tí se
regocijen los que aman tu nombre..." (Sal 5:11).
"Alegraos en
Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de
corazón" (Sal 32:11).
"Canten y alégrense
los qu están a favor de mi justa causa..." (Sal 35:27).
"Tus sacerdores
se vistan de justicia. Y se regocíjen tus santos... Y sus santos darán voces de
júbilo" (Sal 132:9,16).
"Regocíjate y
canta, oh moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de
Israel" (Is 12:6).
"Canta, oh, hija
de Sión; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón,
hija de Jerusalén" (Sof 3:14).
"... Y la gloria
de Jehová se apareció a todo el pueblo.. y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y
se postraron sobre sus rostros" (Lv 9:23,24).
"Aconteció que
cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con
tan gran júbilo que la tierra tembló" (IS 4:5).
3. Cantos.
"...Venid ante su presencia con regocijo" (Sal 100:2).
Cantar es una de las
reacciones más simples y naturales para engrandecer a Dios. Es una expresión
espontanea de emoción gozosa. Ha sido siempre una expresión válida de alabanza
entre el pueblo de Dios. Inmediatamente después del Exodo de Egipto, cuando
Dios los llevó a salvo a través del Mar Rojo, María dirigió a los hijos de
Israel en cánticos de alabanzas a Dios, quien les había liberado de una manera
tan maravillosa de manos de sus enemigos.
"Y María les
respondía: Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en
el mar al caballo y al jinete" (Ex 15:21).
Hay muchas
referencias sobre los cántico a través de todas las Escrituras.
Las siguientes son
unas cuantas: "... Yo cantaré a Jehová. Cantaré salmos a Jehová, el Dios
de Israel" (Jue 5:3).
"Por tanto, yo
te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cataré a tu nombre" (2 S
22:50).
"Cantad a él,
cantadle salmos, Hablad de todas sus maravillas" (1 Cr 16:9).
"Entonces el rey
Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Jehová con las
palabras de David y de Asaf vidente; y ellos alabaron con gran alegría y se
inclinaron y adoraron" (2 Cr 29:30).
"Alabaré a
Jehová conforme a su justicia, Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo"
(Sal 7:17).
"Me alegraré y
me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo" (Sal 9:2).
"Cantad a
Jehová, que habita en Sión..." (Sal 9:11).
"Cantaré a
Jehová, porque me ha hecho bien" (Sal 13:6).
"Engrandécete,
oh Jehová, en tu poder; Cataremos y alabaremos tu poderío: (Sal 21:13).
"Cantaré y
entonaré alabanzas a Jehová" (Sal 27:6).
"Cantad a
Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad" (Sal
30:4).
"Cantadle
cántico nuevo; Hacedlo bien, tañendo con júbilo" (Sal 47:6,7).
"Pronto está mi
corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré y trovaré salmos"
(Sal 57:7).
"Pero yo cantaré
de tu poder. Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo y
refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a tí cantaré; Porque eres, oh
Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia" (Sal 59:16,17).
"Así cantaré a
tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día" (Sal 61:8).
Hay muchas otras
referencias relacionadas con el cantar alabanzas a Dios, pero las siguientes
bastarán para darnos alguna idea sobre su importancia. Cantar es una señal de
alegría y satisfacción espiritual. Es un síntoma que le ha tocado complacencia
por la fortuna o suerte que le ha tocado a uno en la vida.
Es una expresión emocional
saludable y positiva, la cual suministra fortaleza a todo nuestro ser.
Dios se deleita en
escucharnos cantar Sus alabanzas.
B) UNA VARIEDAD DE CANCIONES
En Efesios 5:19 y Colosenes 3:16 se nos exhorta a cantar salmos, himnos
y canciones espirituales... al Señor.
Los salmos han proporcionado una tremenda cantidad de material para la
adoración cantada, desde los antiguos himnos tradicionales a las canciones
corales modernas inspiradas directamente de ellos.
Los himnos también han provisto grandes temas para inspirar a la Iglesia
y suministrarle cánticos de alabanzas.
De alguna manera las canciones espirituales son diferentes de cada una
de las categorías previas. Son canciones dadas directamente por el Espíritu y
cantadas espontáneamente a medida que El inspira tanto la letra como la
melodía.
Estas canciones pueden ser en el idioma de la persona que canta, en cuyo
caso son cantadas. "... con el entendimiento..." (1 Co 14:15). En
otros casos, la letra puede ser en "otras lenguas", en cuyo caso la
persona queda "sin fruto..." (1 Co 14:14). La mente no tiene un
entendimiento natural de lo que se canta, aunque a la vez conoce intuitivamente
que el Espíritu está alabando y magnificando a Dios, frecuentemente con
"lenguas angélicas".
En ambos casos las canciones son totalmente espontáneas y carentes de
planificación. Estas interpretadas por fe. El que canta, al escuchar al
espíritu de Dios en su propio espíritu. Sigue por fe la melodía y las palabras
que El le inspira.
C) EXPRESIONES FISICAS DE ALABANZA
Además de las expresiones de alabanza visibles y auditivas, la Biblia
cita muchas maneras en las que podemos usar la expresión física para adorar a
Dios.
1. Estar de Pie.
Permanecer de pie es siempre una indicación de respeto. Si una persona de
importancia entra en una habitación, los que ya están presentes se ponen de pie
para honrarle y mostrarle respeto. Muchas veces el Espíritu Santo nos inspirará
para que nos pongamos de pie delante del Señor como un acto de adoración y
reverencia. "Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los
habitantes del mundo" (Sal 33:8).
"Mirad, bendecid
a Jehová, vosotros todos los siervos de Jehová, Los que en la casa de Jehová
estáis por las noches... Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de
Jehová; Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de
nuestro Dios" (Sal 134:1; 135:1,2).
2. Alzando las Manos.
Levantar las manos es una señal universal de rendición o sumisión. Cuando las
alzamos delante del Señor, estamos reconociendo que nos sometemos completamente
a Su voluntad.
Le decimos otra vez
que somos suyos incondicionalmente.
No sentimos deseo
alguno de rebelarnos contra El ni tenemos armas en nuestras manos para
combatirle.
Las personas que NO
se han rendido totalmente a Dios tienen grandes problemas a la hora de hacerlo,
aunque aparente ser una cosa muy simple. Se resisten firmemente a esta manera
de adoración. Sin embargo, una vez que se ha hecho, sobreviene una gran
liberación, la cual muchas veces les
capacita para
expresar alabanzas de diversas maneras.
"Alzad vuestras
manos en el santuario y bendecid al Señor" (Sal 134:2). Esto es también
una señal de un anhelo profundo de adorar a Dios. "Escucha la voz de mis
súplicas, cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo"
(Sal 28:2).
Es además un símbolo
de sed espiritual de Dios. "Tiendo mis manos a ti; mi alma tiene sed de
ti, como una tierra sedienta" (Sal 143:6).
3. Batiendo las
Manos. Cuando alguien hace algo que merece nuestra admiración y aprobación,
queremos dejárselo saber; frecuentemente hacemos esto uniendo nuestras manos y
aplaudiéndolo. Por ejemplo, un concertista de piano toca una pieza
auténticamente hermosa, de la cual la audiencia disfruta muchísimo; para
expresar su agrado, lo más seguro es que irrumpan con aplausos espontáneos al
respecto. Si desean expresar su aprobación con mayor entusiasmos aun, se
pondrán de pie y aplaudirán con más intensidad.
A esto es a lo que
denominamos una ovación de pie. Siendo que Dios es tan maravilloso, y ha hecho
tantas cosas excelsas que merecen nuestra admiración y aprobación, ¿acaso sería
extraño que sintiéramos el anhelo de aplaudirle?
El Salmo 47:1 nos
ordena batir las manos delante de Dios.
Es una señal de
agrado, regocijo y aprobación.
4. Inclinarse o
Arrodillarse. A menudo cuando las personas se sienten arrobadas por las
sensación de la presencia gloriosas de Dios, caen de rodillas espontáneamente
delante de la presencia de Dios. Es un gesto de reverencia y respeto.
"Venid adoremos
e inclinemos: arrodillémonos delante del Señor nuestro hacedor" (Sal
95:6).
Un día toda rodilla
se doblará delante de El (Fil 2:10).
5. Postrándose
Delante de Dios. Esta es otra manifestación extrema de sometimiento y
adoración. Caer delante de alguien o tenderse frente a él o ella es una señal
de reverencia suprema. Es una forma de humillarse uno mismo para aumentar el
sentido de elevación de Aquel delante de quien nos postramos.
6. Danzar. Ya que
danzar es una manera de alabanza altamente demostrativa y quizás algo
emocional, se ha enfrentado con enormes críticas y oposición, sobre todo de
parte de la gente conservadora. Debido a esta controversia, he dedicado más
espacio a la consideración de este tema.
Danzar implica el uso
de todo el cuerpo para expresar alegría, alabanza y adoración delante del
Señor. La palabra en hebreo y en griego que se traduce "danza" en las
Escrituras, tiene una variedad de significados que incluyen
"brincar", "saltar", "levantar los pies". Estas
traducciones muestran algo de la naturaleza espontánea y sin estructura de tal
danza. Esta forma de danzar no es generalmente conforme a movimientos
prescritos y programados, sino más bien respuestas simples y espontáneas
delante del Señor.
Incidentes tales como
el registrado en Hechos 3:8, en el cual un hombre que había sido inválido salió
"... andando, y saltanto, y alabando a Dios" hoy en día puede verse
desde un ángulo muy diferente. Esto es particularmente así cuando recordamos la
parte integral que la danza ha tenido siempre en la adoración de los hijos de
Israel.
"Alaben su
nombre con danza..." (Sal 149:3).
"Alabadle con
pandero y danza..." (Sal 150:4).
a) Algunos ejemplos
de danza en la Biblia
- Para celebrar la
salvación y la liberación
"Y María, la
profetisa, la hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres
salieron en pos de ella con panderos y danzas" (Ex 15:20).
"Entonces volvió
Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos
y danzas..." (Jue 11:34). (El regresaba de una gran victoria).
- Para regocijarse a
causa de la restauración
Cuando el Arca del
Pacto fue restaurada a Jerusalén...
"David danzó
delante del Señor con todas sus fuerzas..." (2 S 6:14).
"Mical... vio al
rey David brincando y danzando delante del Señor..." (2 S
6:16).
"Mical... vio al
rey David danzando y tocando..." (1 Cr 15:29).
Jeremías profetizó
con respecto a la gloriosa restauración venidera...
"Entonces la virgen
se gozará en la danza, los jóvenes y viejos juntamente.
Porque yo tornaré su
lamento en alegría, y los consolaré y les haré gozarse y abandonar su
tristeza" (Jer 31:13).
Según Lamentaciones
5:15, sus danzas se habían tornado en lamentación cuando fueron llevados a la
cautividad. En Jeremías 31:13 vemos que la danza fue restaurada cuando fueron
liberados de la cautividad.
En Joel 1:12 vemos
que la sequedad y la pena sobreviene el pueblo de Dios cuando "...el gozo
es retirado de los hijos de los hombres".
El gozo y la risa que
acompaña al retorno de la cautividad es un testimonio para los gentiles,
"Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres" (Sal
126:3).
- La danza en el
Nuevo Testamento
Aquellas personas que
se oponen a la danza en la Iglesia de hoy en día, han argumentado que todo esto
era un fenómeno puramente del Antiguo Testamento, y que no tiene lugar en la
Iglesia del Nuevo Testamento. Sin embargo, resulta obvio que cuando leemos el
Nuevo Testamento también encontramos esta expresión.
Jesús dijo:
"Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es
grande en los cielos..." (Lc.6:23).
Una de las palabras
griegas para alegría que aparece frecuentemente en el Nuevo Testamento es
"agalliao", que significa literalmente "saltar de gozo".
No se trata de una
forma de alegría profunda e interna, sino de una expresión dinámica y emotiva
de un regocijo inmenso, que hace que uno "salte gozo" literalmente.
Las siguientes son unas cuantas citas bíblicas donde aparece tal expresión en
el Nuevo Testamento.
"... Jesús se
regocijó (agalliao) en el Espíritua..." (Lc 10:21).
María dijo: "Mia
alma engrandece al Señor y mi espíritu se regocija (agalliao) en Dios, mi
salvador" (Lc 1:46,47).
El carcelero
"...se regocijó (agalliao) creyendo en Dios con toda su casa" (Hch
16:34).
Los creyentes saltan
de gozo porque conocen el poder de Dios para salvación y la herencia gloriosa
que está reservada para ellos en el cielo (1 P 1:3-7).
Precisamente al final
del Nuevo Testamento encontramos una exhortación que nos dice: Gocémonos y
alegrémonos (agalliao - saltar de gozo) y démosle gloria; (a Cristo); porque
han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado" (Ap 19:7).
Cuando el hijo
pródigo le fue restaurado a su padre, hubo música y danza (Lc 15:25). Cuando la
restauración de todas las cosas tome lugar en conformidad con lo que predijeron
los profetas, de seguro que habrá una gran celebración en danza de júbilo y
regocijo jamás experimentado anteriormente (Jer 31:13).
- Algunos aspectos de
la danza en la Biblia
- Es espontánea,
primitiva y sin sofisticación en su estilo.
No tiene maneras
altamente estructuradas, practicadas y precisas.
- Se expresa en
brincar, saltar y girar.
- A veces iba
acompañada de música con instrumentos (1Cr 15:29; Sal 149:3).
- A menudo iba
acompañada de cantos (Ex 15:29,21).
- Puede ser
practicada por un individuo o por una agrupación.
David danzó delante
del Señor.
María y todas las
mujeres danzaron.
No implica danzar con
una persona del otro sexo.
María y todas las
mujeres danzaron (Ex 15:21).
Jóvenes y viejos
juntamente (Jer 31:13).
- No existe límite de
edad.
- Cantar y danzar a
menudo iban unidos.
"¿No es este
David, de quien cantaban en las danzas diciendo: Saúl mató sus miles pero David
sus decenas de miles?" (1 S 29:5).
- Haya un tiempo
apropiado para danzar.
"Hay tiempo para
lamentarse... y tiempo para danzar" (Ec 3:4).
- Dios ha profetizado
la restauración de la danza.
"...y saldrá en
la danza de ellos alegre" (Jer 31:4).
"Entonces la
virgen se regocijará en la danza..." (Jer 31:13).
El baile de
naturaleza carnal está también asociado con la reincidencia, la idolatría, la
inmoralidad y la mundanalidad: Ejemplo: Exodo 32:19, bailar alrededor del
becerro de oro.
Satanás tiene algo
para falsificar cada cosa.
Aquello que emplea
para falsificar solamente demuestra la realidad de lo que es genuino y
original.
El hecho de que
Satanás pueda falsificar algo no significa que tengamos que dejar de practicar
lo genuino.
7. Los instrumentos
musicales eran usados frecuentemente en la Escritura para expresar alabanza y
adoración a Dios. También pueden desempeñar una parte vital en la adoración hoy
en día. Se nos ordena "alabarle con el sonido de la trompeta; alabadle con
salterio y arpa. Alabadle con címbalo y danza, alabadle con instrumentos de
cuerda y de júbilo. Alabadle con címbalos resonantes" (Sal 150: 3-5).
Los músicos que
ofrecen alabanzas con sus instrumentos deberían intentar hacerlos
excepcionalmente bien. Tienen que esforzarse por "tocar hábilmente"
con sus instrumentos (Sal 33:3). Esto no significa necesariamente una habilidad
en la precisión. No es el ofrecimiento de una habilidad humana de gran
destreza.
Se trata de una
habilidad espiritual más bien que de un talento natural. La habilidad reside no
sólo en tocar el instrumento, más también en la interpretación que agrada al
Espíritu.
8. Silencio. En
completo contraste con los sonidos de las canciones, de los instrumentos musicales,
de la danza, etc., hay una expresión de alabanza a través del silencio.
"...Hay un tiempo para guardar silencio y un tiempo para hablar" (Ec
3:7).
No tema al silencio.
A veces el Espíritu Santo trae un silencio sacro sobre la congregación. En estas
ocasiones éste se hace profundo y elocuente. Hay a menudo una sensación grande
de temor y reverencia durante esos períodos. Se puede estar de pie o sentado en
silencio delante del señor, contemplándole, sirviéndole y adorándole.
"Estad quietos,
y conoced que yo soy Dios..." (Sal 46:10).
9. El llanto. Puede
ser también una respuesta legítima de alabanza a Dios.
No es el llanto que
viene de la tristeza o de un corazón destrozado, sino el que procede de la
gratitud y de la acción de gracias. A veces cuando meditamos sobre la grandeza
y la bondad de Dios, la única respuesta apropiada a Su bondad es derramar
lágrimas de gratitud.
No temas hacer esto,
pues es una señal de debilidad. Deje que sus lágrimas fluyan. Nuestra reacción
humana es a menudo contener las lágrimas.
Sin embargo, llorar
puede expresar a veces los deseos más profundos de nuestro ser en una forma que
ninguna otra cosa podría hacerlo. A veces esto produce una profunda liberación.
No es bueno darse al lloro demasiado, pues esto puede ser una señal de que algo
está mal en su ser interno, y en tales casos, se puede necesitar sanidad
interna. Cuando Nehemías empezó a leer y a exponer la Palabra de Dios, el
pueblo lloró al oírlo. El dejó que lloraran por un tiempo, pero luego
interrumpió su llanto, instruyéndoles a que: "...fueran, comieran de la
grosura y bebieran lo dulce... y que no estuvieran tristes; porque el gozo de
Jehová era su fortaleza" (Jer.8:10).
El exceso de llanto
debilita, mientras que el gozo de Jehová es como una fuente de fortaleza.
10. La Risa. Hay lo
que conocemos como la risa santa - cuando un deseo de reír inspirado por el
Espíritu de Dios viene sobre el creyente. Esta no es una reacción a algo
humorístico que alguien haya dicho, sino más bien una expresión de una alegría
tan sublime en el Señor que la única manera de expresarla es a través de la
risa.
Los hijos de Israel
experimentaron esto cuando retornaron la cautividad.
"Entonces
nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de canciones..." (Sal
126:2).
"He aquí, Dios
no aborrece al perfecto... Aún regocijo llenará tu boca de risa, Y tus labios
de júbilo" (Job 8:20,21).
11. La Marcha. Dios
ordenó a menudo que Su pueblo marchara. Probablemente el ejemplo mejor conocido
de esto fue la marcha alrededor de Jericó (Jos 6:2-5). Israel marchó en
respuesta al mandato de Dios, quien derribó las murallas de aquella ciudad tal
fortificada. Muchas murallas todavía caen a tierra cuando el pueblo de Dios
marcha en respuesta a Su mandato - las murallas del orgullo, la incredulidad,
la esclavitud espiritual, etc.
Josefat y su ejército
marcharon cantando alabanzas a Dios, quien entregó a todos sus enemigos en sus
manos, a pesar de ser pocos en número (2 Cr 20:22).
Muchas congregaciones
han marchado en torno a algo como respuesta a un impulso del Espíritu. La
marcha alrededor del edificio de una iglesia puede ser considerado como una
ridiculez para muchas mentes carnales, así como lo fue para los habitantes de
Jericó. No obstante muchas veces los resultados de marchas parecidas han obrado
poderosos milagros semejantes al de Jericó.
Murallas de gran
altitud como la esclavitud, el orgullo y la amargura, han caído derrumbadas a
tierra. Este tipo de marcha ha sido llamado en ocasiones "La Marcha de
Jericó". Otros lo llaman "Marcha de Gloria".
La esposa de Cristo
es representada como un ejército que marcha hacia la victoria unidamente (Cnt
6:4,10).
12. Regocijarse en el
Señor. es otra manera de alabarle. Cuando Nehemías entró en la presencia del
rey con un rostro triste, supo inmediatamente que algo drástico andaba mal (Neh
2:1). Nehemías dijo: "Nunca antes me había visto triste, así que, me
preguntó: ¿por qué te ves tan triste? No estás enfermo, así que, debes sentirte
apenado"
Nehemías se asustó
mucho presentarse ante el rey con un rostro triste parecía ser una indicación
de que era infeliz en su servicio. Esto podía ser como un insulto a su
majestad, muy difícil de tolerarlo de su parte. Esa era la razón por la cual Nehemías
estaba atemorizado. El se dió prisa en explicar al rey el por que su rostro
lucía apesadumbrado y que ello no tenía nada que ver con las condiciones bajo
las cuales le servía.
Nadie se atrevía
presentarse ante el rey con un aspecto o apariencia triste; sin embargo, muchos
cristianos se presentan delante del Rey de reyes con una disposición o aspecto
quejumbroso. Hacer eso es un insulto al Creador. Es una indicación de que no
estamos satisfechos con nuestra situación bajo Su gobierno.
La manera apropiada
de aparecer delante del Rey es mostrando regocijo - indicando así que estamos
contentos con nuestra posición y agradecidos por el honor que se nos otorga de
ser Sus siervos. Al pueblo de Dios se les requirió lo siguiente con frecuencia:
"Os regocijaré delante de Jehová vuestro Dios".
Uno de estos lugares
es Deuteronomio 12:11,12. Dios deseaba instituir un lugar donde pudiera
encontrase con Su pueblo. "Entonces habrá un lugar que Jehová vuestro Dios
escogerá para hacer que Su nombre more en él; allí llevareís todo lo que yo os
ordeno; vuestras ofrendas quemadas y vuestros sacrificios, vuestros diezmos y
las ofrendas de vuestra mano y todos los votos voluntarios que hayáis hecho al
Señor. Yo os regocijaré delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros
hijos, vuestras hijas y vuestros siervos..."
Así decretó Dios que
cuando entremos en el lugar que ha dispuesto para que nos encontremos con El,
que es nuestro deber hacerlo con regocijo. David comprendió esto cuando dijo:
"Entraré por sus puertas con acción de gracias y en sus atrios con
alabanzas..." (Sal 100:4).
Cuando los hijos de
Israel guardaban las Fiestas de Jehová, lo hacían con gran regocijo delante de
Su presencia. Leamos ahora lo que nos dice Levítico 23:40 "... y os
regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios..."
Regocijarse es una
manera de expresar acción de gracias y alabanza. Cuando damos un regalo a
alguien, su regocijo es mostrado por su placer y aprecio. Así también sucede
cuando nos regocijamos delante de Dios, expresamos lo complacidos que estamos
en Su servicio y el aprecio que sentimos por Su gracia. Es trágico que tantas
iglesias tengan interiorizada la idea de que la reverencia es solemnidad,
quietud y sobriedad. Parecen sentir que expresan el gozo y la alegría es el colmo
de la irreverencia. Nada está más lejos de la verdad.
Los cristianos
deberían ser la gente más gozosa de la comunidad. Su regocijo debería ser obvio
ante todos. La Iglesia, en sus reuniones colectivas, debería ser una
celebración. Pues de esa manera atraería muchas personas, al reflejar fielmente
la verdadera naturaleza de Dios. En vez de ello, muchas iglesias modernas lo
que hacen es repelerlas con su frialdad y sequedad. Son solemnes y pesadas. La
atmósfera es demasiado fría y formal. Las personas se comportan de una manera
falsa, religiosa y antinatural. No debería ser así. Volvamos al espíritu de
regocijarnos delante del Señor.
Hay muchas maneras de
expresar nuestro regocijo. Cantar melodías alegres en lugar de cantos fúnebres
o quejumbrosos es una manera. Alzar nuestras manos, dar palmadas y danzar, son
algunos de los otros medios. Gozarse en el Señor nos hará estar mucho más
relajados en la presencia de Dios. Necesitamos más realismo y menos formalismo.
Este mundo ya es un lugar bastante lúgubre, y no hay necesidad de que le
agreguemos nuestra tristeza. Esforcémonos en brillar, pues somos la luz del
mundo.
En el Nuevo
Testamento, la palabra griega "agallia" (discutida previamente - vea
la sección que trata sobre "la danza") se traduce regocijo. Esto
significa literalmente "saltar de alegría", regocijarse enormemente,
estar muy alegre, lleno de gozo extremo. Aquí hay una expresión de regocijo que
es libre y desinhibida, espontánea y expresiva - tan libre que puede hacernos
saltar y brincar de gozo, con un deleite infantil.
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