UNA MANERA DE
ENTENDER LA GUERRA ESPIRITUAL
HABLEMOS DE GUERRA
Luis Fernando Orihuela Salcedo
A Modo De Introducción
Muchas veces cuando escuchamos el término "Guerra Espiritual"
no podemos evitar pensar en gritos, excesos, "ataduras", inmadurez,
etc. Permítanme esbozar algunos conceptos que muestren aspectos más
interesantes de este tema. Es cierto que algunos sectores de la iglesia en el
pasado (y quizás aún hoy) han hecho un uso abusivo de la liberación –como de
otras tantas cosas- pero pienso que de ninguna manera podemos excluir o ignorar
aspectos de la Palabra de Dios porque simplemente hubo un exceso en cierta
práctica. Una posición más central sigue siendo la que Pablo recomendó,
"... escudriñar todo y retener lo bueno...".
Uno de los problemas que tenemos que resolver para encarar correctamente
este problema es la cosmovisión que hemos adquirido. Los conceptos se encargan
de modelar nuestra conducta y percepción de las cosas, en cierta forma aún
determinan la manera en que reaccionamos a las circunstancias de la vida.
Probablemente la mayoría de nosotros no tenemos mucha dificultad con la teoría
o la teología de la guerra espiritual, pero tenemos dificultades cuando
empezamos a aplicarlas. La razón de tal dificultad es que tenemos un problema de
concepto. Podemos hablar teológicamente sobre el mundo espiritual sin ningún
problema, pero cuando intentamos traer el mundo espiritual al sistema de
explicación de los fenómenos en nuestras vidas, tenemos grandes problemas. Lo
digo en palabras simples, le mundo espiritual no es "muy real" para
nosotros. En muchos aspectos de nuestra vida somos muy materialistas (por lo
menos más de lo que nos gustaría admitir) para nosotros las personas son más
importantes de los seres espirituales, desafortunadamente esto se aplica muchas
veces de igual forma al Espíritu Santo como a los seres demoniacos. Es por eso
que el dilema "será de Dios?" es tan frecuente entre tantos hermanos.
Intentemos resolver este problema lo más sencillamente posible. Todos (o
casi todos) los cristianos estamos de acuerdo que existe un demonio o muchos,
que se oponen a la obra de Dios, que es un ángel y que Cristo lo venció. El
problema radica en ponernos de acuerdo en el papel, la influencia y la manera
que él opera hoy. Otro problema es la actitud de la iglesia frente al enemigo.
Vamos paso a paso.
Tres tipos de actitudes y tres tipos de personas Los racionalistas
compulsivos. He podido comprobar que existen tres tipos de respuestas hacia el
tema de la Guerra Espiritual; el primer grupo de personas son muy bien
descritas en el siguiente testimonio de un traductor de Wycliffe:
"Fui a la selva del amazonas en 1963 para empezar un ministerio
entre el pueblo Apurina....Hasta donde sé, yo fui el primero en desafiar el
dominio de Satanás sobre este pueblo, un dominio completo a través de los
siglos. Mi principal propósito al estar allí era ver si podía sacar a las
personas de la casa de Satanás y llevarlos a la casa de Jesús, ver si podía
transferirlos del reino de las tinieblas al reino de la luz. Pero,
desafortunadamente, a pesar de mi título de Maestría en Teología y de haber
leído toda la Biblia varias veces, no estaba consciente de estas verdades
(sobre guerra espiritual). ¡Me propinaron una buena paliza!; la recibí sin
misericordia, hasta que ya no podía más. Satanás "trapeo" el suelo
conmigo.
No sabía cómo defenderme, en realidad no comprendía lo que sucedía, era
un escéptico con respecto a la actividad de los demonios. Oh si, sabía que
existían Satanás y los demonios ya que la Biblia es clara y enfática en ese
aspecto, pero sabía muy poco sobre su manera de operar y virtualmente nada
sobre el uso de nuestras armas, ya fuera para defender o para atacar. Mi
trasfondo teológico, tanto el formal como el informal, era estrictamente
tradicional.... Mis profesores me transmitieron la idea de que un siervo de
Cristo era intocable o que estaba exento del ataque demoniaco; esa clase de
cosas no serían ningún problema para nosotros."
Quizás no tenemos que ser misioneros en un lejano pueblito para pasar
por las desafortunadas experiencias del testimonio anterior, pero estoy
convencidos que muchas veces podemos llegar a sentir emociones muy parecidas a
las descritas por ese sincero hermano. El primer grupo de personas son aquellos
que quieren tener una actitud esencialmente racional al fenómeno espiritual,
algo que no critico pero que considero poco sabio por la sencilla razón que el
mundo espiritual no responde a patrones que humanamente podemos entender. Lo
curioso de este grupo es que fueron capaces de admitir la obra de la salvación
por gracia (una experiencia espiritual y profunda) con naturalidad y fe, pero
les significa muy dificultoso poder abrir su entendimiento al mundo espiritual.
Los extremistas al delirio. Definitivamente un grupo grande de hermanos
han tomado una actitud radical en cuanto al mundo espiritual, incluyéndolos
casi de manera obligada en todo lo que ven y hacen. Como es lógico suponer esto
implica un desequilibrio que muchas veces provoca aversión (por la alergia que
nos produce). El "ver demonios en todas partes" es un comentario
común y en muchos casos, con ciertas bases.
Los sabios equilibrados. Ciertamente este es el grupo con más ventajas
para poder expresar la verdad de Dios sin adulteraciones. Lamentablemente es el
grupo menos numeroso. Tienen la gracia de buscar la opinión de Dios antes de
expresar sus conclusiones, aún en temas que son muy nuevos o
"delicados".
Estos hermanos han aprendido que muchas veces Dios esta por encima de
sus conclusiones "...camino de Dios?..." Ez. 18:25. Es muy bueno
estar abierto al Espíritu de Dios al momento de enfrentar cosas que no
entendemos o nos cuestan aceptar.
Una Tierra Bajo Maldición
Aunque a la mayoría no nos guste admitirlo, existen declaraciones en la
Palabra que muestran sin lugar a dudas la relación entre la condición
espiritual de la Iglesia (o los hijos de Dios) y la condición de la tierra.
Veamos algunos ejemplos:
1. Gn. 3:17 Adán y Eva (el pecado de Adán trae maldición
sobre toda la
creación)
2. Gn. 4:10 Sangre de Abel (clama venganza y contamina
la tierra)
3. Jos. 7:20-21, 25-26 El pecado de Acán (contamina la tierra del
pueblo de Dios)
Para poder mostrar algunos ejemplos más contundentes quisiera
transcribir un par de versos mas.
Levítico 19:29 "No profanarás a tu hija, haciendo que ella se
prostituya, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad."
Levítico 18:24-25 "No os contaminaréis con ninguna de estas cosas,
porque con todas estas cosas se han contaminado los pueblos que yo echo de
delante de vosotros. La tierra ha sido contaminada; por eso castigué la maldad
de ellos sobre ella, y la tierra vomitó a sus habitantes."
Creo que fácilmente podemos deducir la relación a la que hago
referencia. Pero si el pecado produce maldición y contamina la tierra ¿Qué
sucede con la obediencia?
1. Salud ecológica Lv. 26:4
2. Salud económica Lv. 26:5
3. Seguridad personal Lv. 26:6
4. Seguridad civil Lv. 26:6
5. Supremacía sobre los enemigos Lv. 26:7-8
6. Crecimiento Lv. 26:9
7. Innovación y creatividad Lv. 26:10
A través de todos estos textos se puede concluir que nuestra actitud
tiene un papel redentor o condenador sobre la creación material de Dios. Esta
relación se puede expresar muy bien en el siguiente gráfico.
Cuando menciono el hecho de que la Iglesia tiene un papel redentor sobre
la creación estoy parafraseando lo que Pablo lo dijo con tanta claridad hace ya
tanto tiempo; Ro. 8:19 "Pues la creación aguarda con ardiente anhelo la
manifestación de los hijos de Dios." Esto implica una responsabilidad muy
grande, quiere decir que depende de nosotros como Iglesia y depositarios de la
autoridad de Dios el saber bendecir con nuestra obediencia y nuestra palabra la
maravillosa creación de Dios.
¿Cuál el papel del enemigo con la creación?
También a esta pregunta la Biblia es enfática, podemos leer algunas
respuestas que se nos dan:
- Pablo nos dice que Satanás es "... el dios de este siglo"
(2Co. 4:4)
- Jesús llama al diablo "...el príncipe de este mundo"
(Jn.12:31
- También Pablo añade que él es "el príncipe de la potestad del
aire" (Ef.2:2)
- Y el amado Juan afirma que "...que el mundo entero esta bajo el
maligno" (1Jn.5:19)
Tal vez muchos pastores y teólogos no comparten esta relación pero es
evidente por la Palabra (y no lo pueden negar) que Jesús tuvo que enfrentarse
con el enemigo o dicho de otra forma el Diablo no se hizo ningún problema a la
hora de tratar de poner en aprietos a Jesús (cosa que no logro). Los apóstoles
que siguieron la obra del maestro tampoco fueron libres de esta relación de enfrentamiento.
Muchos de ellos sufrieron y vencieron durante su vida. ¿Qué a sucedido con la
iglesia (bueno realmente con alguno sectores de ella) que ha llegado a pensar
que no va ha tener problemas con él si todos los que vinieron antes de nosotros
si lo tuvieron? No pretendo convencer a ninguna persona que empiece a buscar
problemas, pero una cosa es evidente, al haber sido hechos hijos de Dios, hemos
sido constituidos enemigos del Diablo. Pablo dice que ha sido llamado
"para abrir sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y
del poder de Satanás a Dios, para que reciban perdón de pecados y una herencia
entre los santificados por la fe en mí." Hch. 26:18
¿Cuál debería ser nuestro papel como hijos de Dios frente al enemigo y
en relación a la creación?
Dos palabra lo dice todo: autoridad y redención
Autoridad. Cristo ha depositado su autoridad sobre la Iglesia, para que
esta se constituya en "Columna y baluarte de la verdad" 1Ti. 3:15
Existe una relación directa entre el pecado del pueblo y la pobreza de la
tierra y su economía (aunque algunos "intelectuales" se agotan
tratando de negarlo).
Dicho de otra forma, mientras más idolatría, pecado y corrupción hay en
una nación mayor es la pobreza y la carencia económica. El opuesto lógico nos
permite ver que mientras el pueblo busca el perdón de Dios y abandona su
conducta pecaminosa, Dios mueve su corazón para prosperarnos económicamente
como nación. 2Cro. 7:14
La Iglesia es la única que tiene la autoridad para proclamar el señorío
de Cristo a una nación y a los lugares celestiales (tema que desarrollaremos
más adelante).
Redención. Podemos como iglesia ponernos entre el mundo y el enemigo a
fin de interceder por la salvación de ellos. A veces tenemos la extraña
tendencia a espiritualizar demasiado algunas cosas y olvidamos que aunque
nuestra ciudadanía esta en los cielos, vivimos en un mundo material que nos
afecta e influye sobre nosotros de manera positiva o negativa. Permítame
demostrarle que a veces nos vamos hasta "el tercer cielo" y nos
olvidamos de las necesidades de los que nos rodean.
¿Recuerda haber orado alguna vez porque se haga realidad el corredor
bioceánico y que de esta forma nuestro país pueda tener mayor desarrollo
económico? (Por si no lo sabía había intenciones muy sería de desviarlo para
que no pase por Bolivia).
¿Cuando fue la última vez que en su iglesia oró por las nuevas leyes y
códigos que el gobierno piensa aprobar en un futuro próximo? O es que debemos
enterarnos que "algo" se este maquinando contra la iglesia para
recién reaccionar.
¿Cuándo fue la última vez que oró sobre un mapa de nuestro país e
intercedió para que nuestras fronteras no sean lugares desolados, para que
dejen de una vez de hollarnos como nación, para que podamos recuperar la
dignidad de sentirnos bolivianos, para que el narcotráfico, o la violencia no
encuentren refugio en nuestra nación?
Cuando hablo de redención me refiero a que tenemos la autoridad de
legislar la creación desde los lugares celestiales, con oración, con
intercesión, con súplica y misericordia.
Creo que el grueso almidón de la teología nos ha cauterizado un poco
nuestra sensibilidad y pido que el Señor nos ayude a entender la gran
responsabilidad que el Hijo de Dios nos ha dado.
MUY BUENA EXPLICACION , HACIA Falta algo asi que dios te bendiga mucho y que continue colocando enzeñazas pra que podamos aprender gracias.
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