PARA REFLEXIONAR…….
LA ARMADURA DE DIOS.
Desgraciadamente la armadura de dios no
viene sobre nosotros porque hagamos una
declaración profética, esta armadura implica estar establecido en posiciones
celestiales inexpugnables como lo son la verdad, la salvación,
la justicia, el amor, la fe, el apresto al evangelio y la íntima comunión con
la palabra revelada de dios. Los rhemas de su palabra, y desde esas posiciones,
pelear en el mundo espiritual. Y no la gente hipócrita, llena de falsedad y
mentira, clamando que se ponen el cinto de la verdad, o gente injusta, rebelde,
chismosa, cuyas lenguas están contaminadas de veneno, clamando que se ponen la coraza
de la justicia o la coraza del amor, o
personas que no tienen fe ni para sus propias finanzas, atribuladas por miedos de toda índole,
proclamando que toman en sus manos, proféticamente, el escudo de la fe. Todo
esto no es más que hacer el ridículo y pelear en la total ignorancia con armas
de carne.
Lo que están haciendo al pelear en su
carne, es igual que arrojarle hachas a la luna o piedras al sol.
La armadura de dios es perfecta, es
indes-tructible, es poderosísima pero se adquiere en la medida en que nos con
vertimos en ella. Un guerrero o un creyente
que pelea por el espíritu del dios viviente es un hombre o una mujer impregnados de la verdad, que abomina
la falsedad y la mentira, un hombre lleno
de justicia y de amor, que ama en las condiciones más adversas y más contrarias
a sí mismo, santo en todos sus caminos, que aborrece toda forma de mal y de
impiedad, cargado de la fe de dios porque lo conoce y dios a el. Lleno de
compasión y listo para predicar bajo cualquier circunstancia.
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